Malasia aumentará los salarios de los funcionarios en más de un 13% a partir de diciembre, según anunció el miércoles el primer ministro, Anwar Ibrahim, en un contexto de subida de precios, debilidad del ringgit y planes de reforma de los subsidios.

Anwar había prometido anteriormente recortes de los subsidios y un aumento de los impuestos este año, al tiempo que redirigía la ayuda financiera a los necesitados. Los analistas han señalado los riesgos de inflación y de aumento de los costes del combustible derivados de los recortes previstos, en medio de la caída de las exportaciones y la moderación del crecimiento.

El aumento salarial supondrá una asignación de 10.000 millones de ringgit (2.100 millones de dólares), dijo Anwar en un acto para conmemorar el Día del Trabajo.

El gobierno estaba ultimando los planes para garantizar a los funcionarios unos ingresos mensuales mínimos superiores a los 2.000 ringgit, añadió.

El gobierno y el banco central de Malasia esperan un crecimiento económico para todo el año de entre el 4% y el 5% este año, frente al 3,7% de 2023, lo que supuso una fuerte caída desde el máximo de 22 años del 8,7% alcanzado en 2022.

El ringgit se ha debilitado un 3,9% frente al dólar este año, tras haber caído a un mínimo de 26 años en febrero.

El gobierno y el banco central han atribuido su débil comportamiento en gran medida a factores externos, y afirman que esperan que se fortalezca este año. (1$=4,7700 ringgit) (Reportaje de Danial Azhar; Edición de Shri Navaratnam y Clarence Fernandez)