Por Elizabeth Pineau y Leigh Thomas

PARÍS, 6 may (Reuters) -El presidente francés, Emmanuel Macron, y la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, instaron el lunes a China a garantizar un comercio más equilibrado al inicio de la visita del presidente Xi Jinping a París, durante la cual Macron también iba a presionarle sobre Ucrania.

Xi llegó a Europa por primera vez en cinco años, en un momento de crecientes tensiones comerciales que incluyen a la Unión Europea investigando industrias chinas como las exportaciones de vehículos eléctricos, mientras Pekín sondea sobre todo las importaciones de brandy, fabricado en Francia.

Macron dijo que Europa y China necesitan resolver dificultades estructurales, en particular en materia de comercio.

"El futuro de nuestro continente dependerá también muy claramente de nuestra capacidad para seguir desarrollando de forma equilibrada nuestra relación con China", dijo mientras los tres se sentaban en una mesa redonda bajo los techos dorados del Palacio del Elíseo.

Von der Leyen fue más contundente y afirmó que la relación se ve perjudicada por la desigualdad de acceso al mercado y las subvenciones estatales chinas.

Tras la reunión, declaró a la prensa que la UE "no puede absorber la sobreproducción masiva de productos industriales chinos que inundan su mercado". Asimismo, indicó que "Europa no vacilará a la hora de tomar las decisiones difíciles necesarias para proteger su mercado".

La postura más firme de la UE respecto al comercio con China coincide con el planteamiento de Washington. La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, ha advertido a China de que Washington no aceptará que las nuevas industrias se vean "diezmadas" por las importaciones chinas.

En breves comentarios públicos previos a las conversaciones, Xi dijo que considera las relaciones con Europa como una prioridad de la política exterior china y que ambos deben mantener su compromiso con la asociación.

"A medida que el mundo entra en un nuevo periodo de turbulencias y cambios, como dos fuerzas importantes en este mundo, China y Europa deben adherirse al posicionamiento de socios, adherirse al diálogo y a la cooperación", afirmó.

Los 27 miembros de la UE -en particular Francia y Alemania- no están unificados en su actitud hacia China, lo que complica las relaciones. Mientras París aboga por una línea más dura en la investigación de los vehículos eléctricos, Berlín quiere proceder con más cautela, según las fuentes.

El canciller alemán, Olaf Scholz, no se unirá a Macron y Xi en París debido a compromisos previos, según las fuentes.

Francia también espera presionar para abrir el mercado chino a sus exportaciones agrícolas y resolver las cuestiones relativas a las preocupaciones de la industria cosmética francesa sobre los derechos de propiedad intelectual, dijeron los funcionarios. China, por su parte, podría anunciar un pedido de unos 50 aviones Airbus durante la visita de Xi.

Francia espera empujar a China a que presione a Moscú para que detenga sus operaciones militares en Ucrania, con pocos avances aparte de la decisión de Xi de llamar por primera vez al presidente Volodímir Zelenski poco después de que Macron visitara Pekín el año pasado.

(Reporte de Elizabeth Pineau, Tassilo Hummel, Geert de Clercq, Leigh Thomas, Ingrid Melander y Gabriel Stargardter en París, Sudip Kar-Gupta en Bruselas y Ryan Woo, Laurie Chen y Ethan Wang en Pekín; reporte adicional de Andrew Gray en Bruselas; escrito por Ingrid Melander; editado en español por Benjamín Mejías y Carlos Serrano)