La inflación de la zona euro sigue siendo obstinadamente alta, por lo que el Banco Central Europeo debe resistir cualquier tentación de recortar los tipos de interés antes de tiempo, especialmente antes de los cruciales datos económicos del segundo trimestre, declaró el viernes el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel.

El BCE ha mantenido los tipos de interés en un nivel récord desde el pasado mes de septiembre y se resiste sistemáticamente a hablar de un recorte de los tipos, argumentando que el crecimiento de los salarios es aún demasiado rápido para que dé la señal de alarma y comience a relajar su política restrictiva.

Los inversores también están aceptando este mensaje. Apostaban por recortes de tipos de 150 puntos básicos en 2024 hace tan sólo unas semanas, pero las expectativas han retrocedido y ahora se sitúan en tan sólo 88 puntos básicos, con el primer movimiento previsto para junio, una oscilación inusualmente grande en las expectativas del mercado.

"Aunque resulte muy tentador, es demasiado pronto para recortar los tipos de interés", dijo Nagel en un discurso.

"Sólo recibiremos una imagen más detallada de cómo se están desarrollando las presiones internas sobre los precios durante el segundo trimestre. Entonces podremos contemplar un recorte de los tipos de interés".

El BCE sostiene desde hace tiempo que las cifras cruciales sobre los acuerdos salariales de 2024 no saldrán hasta mayo, por lo que la reunión de junio será la primera ocasión en la que los responsables políticos tendrán pruebas de si el rápido crecimiento salarial se está ralentizando.

Aun así, el BCE ya ha argumentado que el descenso de los precios de la energía por sí solo probablemente justifique un recorte de las expectativas de inflación, por lo que las nuevas proyecciones previstas para marzo deberían dibujar un panorama más benigno.

Un recorte prematuro de los tipos corre el riesgo de no alcanzar el objetivo de inflación y podría, en un caso extremo, obligar al BCE a subir de nuevo los tipos, un costoso error garrafal, argumentó Nagel.

La inflación está ahora por debajo del 3%, pero podría pasar otro año antes de que vuelva al objetivo del 2%.

Nagel parecía especialmente preocupado por el crecimiento de los precios subyacentes, que refleja presiones más amplias sobre los precios en la economía, incluidos los salarios y el crucial sector de los servicios.

"Las tasas de inflación -especialmente el 'núcleo duro'- seguirán siendo notablemente superiores al 2% en los próximos meses", afirmó Nagel.

El periodo de rápido descenso de la inflación había terminado y también era posible que se produjeran retrocesos, dijo Nagel, en parte debido a los efectos estadísticos, incluido el calendario de festividades como la Semana Santa, que influyen en la forma en que las empresas fijan los precios de los productos y servicios. (Reportaje de Balazs Koranyi; Edición de Alex Richardson)