El Banco Central y el Ministerio de Economía de Argentina se reunieron el lunes con los bancos del país, acallando los rumores de una devaluación de la moneda en el futuro a pesar de la creciente presión sobre el peso en los populares mercados paralelos, dijo a Reuters una fuente bancaria.

En la reunión del lunes por la mañana participaron unos 80 ejecutivos y representantes de varios bancos, dijo la fuente. Se produjo después de que el gobierno del presidente libertario Javier Milei obtuviera la semana pasada el respaldo a su primer gran proyecto de reforma.

El gobierno ha prometido pasar a la "fase dos" de su plan para estabilizar la economía golpeada por la crisis, con una inflación de tres dígitos, una recesión cada vez más profunda y una miríada de controles de capital que sesgan el comercio pero que están en vigor para blindar el peso.

La fuente del banco, que pidió no ser identificada, dijo que el ministro de Economía, Luis Caputo, y el jefe del banco central, Santiago Bausili, habían "ratificado la política cambiaria" en la reunión, incluido el actual 2% mensual de paridad móvil para el peso que frena su depreciación.

El fuerte debilitamiento reciente del peso en los mercados paralelos, muy utilizados debido a los estrictos límites de acceso a los dólares a través del mercado oficial, ha creado una amplia brecha entre los tipos oficial y paralelo y ha despertado especulaciones sobre una devaluación.

"No va a haber ningún tipo de salto repentino en el tipo de cambio", dijo la fuente, refiriéndose a lo que el funcionario dijo a los bancos en la reunión. Añadió que se levantarían los controles de capital pero "sin ninguna prisa".

El gobierno dijo la semana pasada que buscaría "cerrar los grifos" a la emisión de pesos del banco central para pagar los intereses de ciertas deudas, parte de su enfoque en domar la inflación y alcanzar un déficit fiscal cero.