La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, recibió el lunes en Roma a más de 20 líderes africanos para presentar su esperado plan destinado a recomponer las relaciones de Italia con el continente y frenar la inmigración.

La cumbre, que se celebra en el ornamentado Senado italiano, durará todo el día. Los ministros italianos expondrán una serie de iniciativas, desde la energía y las infraestructuras hasta la sanidad y la educación, que, según Meloni, serán mutuamente beneficiosas.

"Creemos que es posible vislumbrar y escribir un nuevo capítulo en la historia de nuestra relación, una cooperación entre iguales, lejos de cualquier imposición depredadora o postura caritativa hacia África", declaró Meloni en un discurso inaugural.

Dijo que la iniciativa contaría con una dotación inicial de más de 5.500 millones de euros (5.950 millones de dólares), incluidas garantías públicas para proyectos de inversión y 3.000 millones de euros procedentes de un fondo internacional para el clima creado en 2021.

Sin embargo, los críticos afirman que Italia, fuertemente endeudada, no puede aspirar a competir con países como China, Rusia y los Estados del Golfo, todos ellos deseosos de impulsar su presencia en África, que alberga muchos de los recursos naturales del planeta.

Aunque Roma reclama la propiedad del plan, que ha bautizado con el nombre del difunto Enrico Mattei, fundador de la petrolera estatal Eni, Meloni afirmó que su gobierno buscaría la ayuda del sector privado y de organismos internacionales como la Unión Europea.

Subrayando ese punto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el jefe del Parlamento de la UE estuvieron presentes en la reunión de Roma.

Entre los dirigentes africanos presentes se encontraban los presidentes de Túnez, Senegal, Kenia, la República del Congo y Somalia. En total, 45 Estados africanos estuvieron representados a distintos niveles.

NECESIDADES ENERGÉTICAS

Meloni ha hecho del plan Mattei un eje central de su política exterior desde que asumió el cargo a finales de 2022.

Las necesidades energéticas ocupan un lugar central en la iniciativa, ya que Roma pretende servir de puerta de entrada a los mercados europeos para el gas natural procedente de África, que se ha convertido en vital después de que la invasión rusa de Ucrania convirtiera la diversificación de los suministros en una prioridad para la UE.

Eni, el mayor importador de gas natural de Italia, ya ha contrarrestado el descenso de los suministros rusos con el envío de mayores volúmenes desde África, donde está presente desde hace décadas. La empresa ha afirmado que Argelia, Egipto y Libia serán los principales proveedores de gas de Italia durante los próximos años.

Pero el líder italiano ha dicho en repetidas ocasiones que Europa debe forjar lazos más estrechos en la industria y la agricultura, buscando fortalecer las economías africanas como una forma de persuadir a los jóvenes africanos descontentos de emigrar hacia el norte.

Unos 157.600 migrantes en barco llegaron a Italia el año pasado, el mayor número desde 2016, socavando la promesa electoral de Meloni de detener el flujo de llegadas no autorizadas.

La mayoría había partido de países norteafricanos como Túnez y Libia, muchos huyendo de la pobreza y los conflictos en el África subsahariana y Oriente Próximo.

"La inmigración masiva nunca se detendrá, los traficantes de personas nunca serán derrotados si no abordamos las numerosas causas que empujan a una persona a abandonar su hogar", declaró Meloni en la cumbre. "Esto es exactamente lo que pretendemos hacer". (Redacción de Crispian Balmer; Edición de Alex Richardson)