Las acciones australianas cotizaron a la baja el martes, ya que las pérdidas de los valores bancarios pesados eclipsaron las ganancias de las mineras, mientras que los operadores esperaban los datos de crecimiento interno del cuarto trimestre que se publicarán a finales de esta semana para obtener pistas sobre los próximos movimientos del banco central.

El índice S&P/ASX 200 cayó un 0,3% hasta los 7.713,9 a las 2354 GMT. El índice de referencia cerró el lunes con una caída del 0,1%.

La atención de los inversores se centra ahora en los datos del producto interior bruto australiano del cuarto trimestre que se publicarán el miércoles. Los analistas esperan que el PIB haya crecido un 1,4% interanual, según una encuesta de Reuters entre economistas. Esto contrasta con el crecimiento del 2,1% registrado en el trimestre anterior.

El Banco de la Reserva de Australia tiene previsto reunirse el 19 de marzo para dar a conocer la orientación de su política monetaria.

"Las previsiones del PIB siguen siendo frágiles, con riesgos no desdeñables de que sean negativas, mientras que las primeras señales procedentes de China apuntan a que las autoridades no se inclinan por un estímulo significativo", escribieron los analistas de Westpac.

Los pesos pesados del sector financiero arrastraron al índice de referencia a la baja, rompiendo un rally de tres días. Perdió un 0,5%, y los "Cuatro Grandes" bancos perdieron entre un 0,2% y un 0,4%.

Las mineras contrarrestaron las pérdidas avanzando un 1,1%, donde los gigantes BHP Group, Rio Tinto y Fortescue sumaron un 1,2%, un 1,7% y un 2,1%, respectivamente.

Los valores energéticos siguieron la estela bajista de los precios del petróleo por los vientos en contra de la demanda y perdieron un 0,2%, con las grandes del sector Woodside Energy y Santos cayendo alrededor de un 0,1% cada una.

Los valores auríferos ampliaron las ganancias a una cuarta sesión, saltando un 4% hasta un máximo de un mes. Northern Star Resources subió un 2,9%, mientras que Evolution Mining añadió un 4,4%.

Healius saltó un 14,2% después de que la empresa sanitaria dijera que iniciaría una revisión, tras la caída de su adquisición por 1.000 millones de dólares por parte de su rival Australian Clinical Labs el año pasado.

El índice neozelandés S&P/NZX 50 perdió un 0,3%, o 34,73 puntos, hasta los 11.689,48.