Las acciones australianas terminaron a la baja el viernes, registrando su peor semana en tres, lastradas por los sombríos datos comerciales de China y por las apuestas a que la Reserva Federal de EE.UU. volverá a subir los tipos para frenar la pegajosa inflación.

El índice S&P/ASX 200 terminó un 0,2% por debajo de los 7.156,7 puntos. El índice de referencia perdió un 1,7% en la semana, registrando su mayor pérdida semanal desde el 18 de agosto.

Las solicitudes semanales de subsidio de desempleo en Estados Unidos cayeron a su nivel más bajo desde febrero. Pero a los inversores les preocupa que esto pueda incitar a la Fed a mantener una política monetaria restrictiva.

"Estamos viendo cómo los mercados reajustan activamente sus expectativas de tipos hacia finales de 2023, las probabilidades de una subida en noviembre (en Estados Unidos) han aumentado considerablemente y es probable que también presionen al Banco de la Reserva de Australia", afirmó Glenn Yin, jefe de investigación y análisis de AETOS Capital Group.

Sumándose al sombrío sentimiento, las exportaciones e importaciones de China, el principal socio comercial del país, ampliaron los descensos en agosto, lo que implica que su recuperación post-pandémica sigue tambaleándose.

Las mineras lideraron las pérdidas, cayendo un 1,2% para registrar su peor semana desde el 18 de agosto. Los gigantes del mineral de hierro BHP y Rio Tinto perdieron un 1,2% y un 1,7%, respectivamente.

Los valores auríferos, sin embargo, subieron un 0,6%, con las grandes del sector Evolution Mining y Newcrest Mining cayendo más de un 0,5% cada una.

Mientras tanto, los trabajadores de los proyectos de gas natural licuado (GNL) de Chevron en Australia van a iniciar una huelga después de que las conversaciones de mediación entre los sindicatos y la empresa terminaran sin acuerdo.

En Nueva Zelanda, el índice de referencia S&P/NZX 50 cerró con una caída del 0,72% hasta los 11.344,11 puntos.