La interrupción se suma a las dificultades del sector ruso de refinado de petróleo, ya que la necesidad de reparaciones de emergencia tras los numerosos ataques con drones reivindicados por Ucrania les ha dejado con dificultades para suministrar.

Según cálculos de Reuters, alrededor del 14% de la capacidad de refinado de Rusia ha quedado paralizada por los ataques de drones, incluido Kuibyshev, y el país ha aumentado este mes las importaciones de gasolina de la vecina Bielorrusia para hacer frente a una posible escasez de combustible.

Rusia también ha prohibido las exportaciones de gasolina durante seis meses a partir del 1 de marzo para intentar evitar una subida de los precios internos del combustible.

A principios de esta semana, fuentes de la industria dijeron que la refinería propiedad de Rosneft detuvo la CDU-5, una de las dos unidades de refinado primario, dejando fuera de servicio a la mitad de su capacidad.

Pero las fuentes, que pidieron no ser nombradas por no estar autorizadas a hablar del tema, dijeron que la planta también ha detenido su segunda unidad de refinado primario, la CDU-4. Rosneft no respondió a una solicitud de comentarios.

Una de las fuentes dijo que la CDU-4 no se vio afectada por el ataque de los drones, pero que debido a su vínculo técnico con la dañada CDU-5 no podía funcionar sin ella.

Las dificultades de las refinerías de petróleo rusas se aliviaron un poco, dijeron tres fuentes a Reuters el miércoles, al reanudarse las operaciones en una unidad de la planta petrolera de Ryazan, que es mucho mayor que la refinería de Kuibyshev.

El año pasado, la planta de Kuibyshev fue la 29ª mayor refinería de petróleo de Rusia por producción, con un 1,34% del rendimiento total del refinado de petróleo, habiendo procesado 3,687 millones de toneladas de crudo.

Produjo 624.000 toneladas de gasolina (1,42% del total de Rusia), 1,187 millones de toneladas de gasóleo (1,35%) y 1,040 millones de toneladas de fuelóleo (2,56%).

La previsión de producción rusa de refinado para 2024 se mantiene sin cambios y cercana al nivel del año pasado, en torno a los 5,5 millones de barriles diarios, según declaró la semana pasada el ministro de Energía, Nikolai Shulginov.