Las promesas de dinero volvieron a acaparar la atención en la COP28 celebrada en Dubai el lunes, cuando los delegados centraron su atención en la enorme brecha existente entre la necesidad de financiación para el clima y lo que se ofrece.

Los Emiratos Árabes Unidos, anfitriones de la conferencia de este año, prometieron 270.000 millones de dólares en financiación verde para 2030 a través de sus bancos, y varios bancos de desarrollo tomaron nuevas medidas para aumentar sus esfuerzos de financiación, entre ellas acordar una pausa en el pago de la deuda cuando se produzca una catástrofe.

Pero los líderes de la mayor economía de la región y del mayor productor de petróleo del mundo, Arabia Saudí, no han asistido hasta ahora a la cumbre de la ONU, en marcado contraste con su participación en la conferencia COP27 del año pasado en Sharm el-Sheikh, Egipto.

El lunes, el príncipe Abdulaziz bin Salman, ministro de Energía y principal negociador climático del reino, no acudió a la Iniciativa Verde Saudí. El príncipe heredero Mohammad bin Salman, gobernante de facto, tampoco pronunció un discurso ante los líderes mundiales el viernes, como estaba previsto.

ENORMES NECESIDADES

La cantidad de dinero que se necesita para la transición energética, la adaptación al clima y la ayuda en caso de catástrofes es abrumadora.

Un informe publicado el lunes calcula que los mercados emergentes y los países en desarrollo necesitarán 2,4 billones de dólares al año en inversiones para limitar las emisiones y adaptarse a los retos que plantea el cambio climático.

"El mundo no va por buen camino para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. La razón de este fracaso es la falta de inversión, sobre todo en los mercados emergentes y en los países en desarrollo fuera de China", dijo el coautor Nicholas Stern, presidente del Instituto de Investigación Grantham sobre Cambio Climático y Medio Ambiente.

"El reto central es acelerar y poner en marcha el fomento y la financiación de esta inversión desde diversas fuentes".

Los países vulnerables que ya se están viendo afectados por costosas catástrofes climáticas están pidiendo miles de millones más a través de un fondo para catástrofes de reciente creación, aunque las promesas actuales sólo rondan los 700 millones de dólares.

"A menos que tengamos un conjunto urgente de toma de decisiones, vamos a sufrir lo que sufren todos los padres: expectativas excitantes y ser incapaces de cumplirlas", declaró la Primera Ministra de Barbados, Mia Mottley, que se ha convertido en una voz destacada en los debates mundiales sobre la movilización de la financiación climática.

En una conferencia de prensa, instó a los países a ir más allá de las promesas voluntarias y las súplicas a organizaciones benéficas e inversores privados y, en su lugar, considerar los impuestos como una forma de impulsar la financiación para el clima.

Un impuesto mundial del 0,1% sobre los servicios financieros, por ejemplo, podría recaudar 420.000 millones de dólares, dijo, mientras que un impuesto del 5% sobre los beneficios mundiales del petróleo y el gas en 2022 habría reportado unos 200.000 millones de dólares.

"El planeta necesita una gobernanza mundial, no a modo de gran garrote, sino de una forma sencilla en la que cooperemos entre nosotros para poder trabajar con las instituciones que tenemos", añadió.

Otros delegados, entre ellos el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, han pedido que se ponga fin a las subvenciones a los combustibles fósiles, que han alcanzado la cifra récord de 7 billones de dólares anuales.

Los activistas del Movimiento de los Pueblos Asiáticos sobre la Deuda y el Desarrollo dijeron que les preocupaba que las sumas prometidas fueran insuficientes.

"La financiación climática que han prometido en esta COP28 simplemente no es suficiente", afirmó el activista pakistaní Zaigham Abbas, cuyo país fue devastado el año pasado por inundaciones generalizadas. "Aquí no estamos buscando caridad. No estamos buscando cacahuetes ... La magnitud de la catástrofe que estamos contemplando no tiene precedentes".

MOVER EL DINERO

La mayor promesa del lunes provino del sistema bancario de los EAU, que se unió a sus homólogos de otras regiones para comprometerse a conceder más préstamos a proyectos ecológicos. Siguió a una promesa del viernes de 30.000 millones de dólares para proyectos relacionados con el clima por parte del estado petrolero del Golfo.

En otros lugares, Francia y Japón dijeron que apoyarían una iniciativa del Banco Africano de Desarrollo para aprovechar los Derechos Especiales de Giro del FMI para el clima y el desarrollo.

El Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, por su parte, afirmó que incluiría cláusulas de deuda resiliente al clima en los nuevos acuerdos de préstamo con algunos países más pobres.

La empresa de inversión danesa Copenhagen Infrastructure Partners anunció sus planes de recaudar 3.000 millones de dólares para proyectos de energías renovables en mercados emergentes.

Este año también cuenta con la mayor representación empresarial de la historia en la cumbre anual de la ONU, entre esperanzas de una mayor inversión privada hacia causas climáticas.

El emirato de Abu Dhabi se unió a socios del sector privado como BlackRock y HSBC para lanzar un centro de investigación y asesoramiento sobre el clima con el fin de impulsar las opciones de financiación en la región.

"La magnitud de la crisis climática exige soluciones urgentes y revolucionarias por parte de todos los sectores", declaró el presidente de la COP28, Ahmed Al-Jaber. "Las finanzas desempeñan un papel fundamental a la hora de convertir nuestras ambiciones en acciones".

Para obtener una cobertura diaria exhaustiva sobre la COP28 en su bandeja de entrada, suscríbase al boletín de noticias de Reuters Sustainable Switch aquí. (Reportaje de Simon Jessop, Maha El Dahan y Hadeel Al Sayegh; Reportaje adicional de Alexander Cornwell, Elizabeth Piper y David Stanway; Edición de Katy Daigle y Miral Fahmy)