Los futuros del Brent subieron 10 centavos, o un 0,12%, a 84,13 dólares por barril a las 0115 GMT, mientras que el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) avanzaba 7 centavos, o un 0,9%, a 79,79 dólares por barril.

Ambos contratos habían subido el miércoles cerca de un 3% hasta máximos de cuatro meses por las elevadas perspectivas de la demanda estadounidense y el mayor riesgo geopolítico.

Los ataques ucranianos con aviones no tripulados contra instalaciones rusas de refinado continuaron el miércoles por segundo día consecutivo, provocando un incendio en la mayor refinería de Rosneft, en uno de los ataques más graves contra el sector energético ruso de los últimos meses.

Tras dañar gravemente la refinería de Lukoil en Nizhni Nóvgorod el martes, Ucrania atacó refinerías en las regiones de Rostov y Riazán, según informaron las autoridades rusas.

En Riazán, un ataque con drones provocó un incendio en la refinería de Rosneft. Dos fuentes familiarizadas con la situación dijeron a Reuters que la refinería se había visto obligada a cerrar dos unidades primarias de refinado de petróleo.

El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el miércoles a los países occidentales en una entrevista con los medios estatales que Rusia estaba técnicamente preparada para una guerra nuclear.

Por el lado de la demanda, las reservas estadounidenses de crudo cayeron inesperadamente al aumentar la elaboración y los inventarios de gasolina disminuyeron en medio de una fuerte demanda de cara a la temporada de conducción veraniega, según informó el miércoles la Administración de Información Energética (EIA).

Los inventarios de crudo pusieron fin a seis semanas consecutivas de acumulaciones para caer en 1,5 millones de barriles hasta los 447 millones de barriles en la semana finalizada el 8 de marzo, dijo la EIA, frente a las expectativas de los analistas en un sondeo de Reuters de un aumento de 1,3 millones de barriles.

Los inventarios de gasolina se redujeron por sexta semana consecutiva, cayendo en 5,7 millones de barriles hasta los 234,1 millones de barriles, según la EIA, el triple de las expectativas de un descenso de 1,9 millones de barriles.

Las existencias de combustible de automoción en la costa estadounidense del Golfo de México cayeron a su nivel más bajo desde noviembre de 2022, mientras que la gasolina de automoción terminada suministrada, un indicador indirecto de la demanda, subió 30.000 barriles diarios a más de 9 millones de barriles diarios por primera vez este año.