Los agricultores han protagonizado protestas masivas en Francia durante las últimas semanas, enfadados por el aumento de los costes y las importaciones baratas, tras acciones similares en otros países europeos, como Alemania y Polonia. Los agricultores franceses se han opuesto en particular a las conversaciones en curso sobre un acuerdo comercial entre la UE y las naciones del Mercosur, que según ellos permitiría importaciones de alimentos baratos que no cumplen las estrictas normas de la UE.
"(Macron) ha reiterado muy firmemente a la Comisión el hecho de que era imposible concluir las conversaciones en estas condiciones", declaró a la prensa un asesor presidencial francés antes de la cumbre de la UE del jueves.
El asesor añadió que la UE entendía que era imposible llegar a un acuerdo en este contexto y que se habían interrumpido las conversaciones de la UE con los países del Mercosur.
"Tenemos entendido que ha dado instrucciones a sus negociadores para que pongan fin a la sesión de negociación en curso en Brasil y, en particular, para que cancelen la visita del vicepresidente de la Comisión que se había previsto con vistas a una conclusión", añadió.
La Comisión dijo que los expertos técnicos de la UE y de Mercosur seguían en contacto, incluidas reuniones los días 25 y 26 de enero en Brasil, pero que algunas cuestiones importantes seguían abiertas.
"La atención de la UE sigue centrada en garantizar que el acuerdo cumpla los objetivos de sostenibilidad de la UE, respetando al mismo tiempo las sensibilidades de la UE en el sector agrícola", declaró un portavoz.
Francia ha expresado en repetidas ocasiones sus reservas sobre el acuerdo UE-Mercosur, cuyo texto se acordó en 2019 tras 20 años de negociaciones intermitentes. Varios otros miembros de la UE respaldan el acuerdo. Las conversaciones se reanudaron después de que la UE pidiera garantías sobre el cambio climático y la deforestación a los países del Mercosur, una unión aduanera formada por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
En Brasilia, los diplomáticos dijeron que Macron estaba bajo presión para defender las cuestiones agrícolas francesas y que sus opiniones no representaban las de la Comisión Europea, por lo que se espera que las conversaciones continúen en los próximos meses.
La cancillería brasileña declinó comentar las declaraciones de Macron, pero una fuente del ministerio dijo que las conversaciones "no se llevan a cabo con países o presidentes individuales, sino entre el Mercosur y la Comisión Europea".
Los negociadores comerciales de la UE y el Mercosur se reunieron en Brasilia durante dos días la semana pasada, pero informaron de "avances limitados", según un diplomático que participó en las conversaciones, que se mostró escéptico sobre la posibilidad de que el acuerdo se cierre antes de las reuniones ministeriales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a finales del mes que viene, como algunos esperaban.
"Las negociaciones avanzan lentamente en la dirección correcta. Pero llevará más tiempo", declaró otro diplomático a Reuters. (Información de Michel Rose en París, Lisandra Paraguassu y Anthony Boadle en Brasilia y Philip Blenkinsop en Bruselas; edición de Benoit Van Overstraeten, Tomasz Janowski y Jonathan Oatis)
