Las autoridades chinas están preocupadas por la magnitud del pasivo de los promotores inmobiliarios del país. Les preocupan las consecuencias para la estabilidad financiera en caso de recesión o quiebra. El modelo de negocio de los promotores se basa en el préstamo de grandes sumas de dinero para comprar terrenos para construir viviendas. Como los precios de los inmuebles han subido rápidamente, las sumas son aún mayores.

En respuesta a estas preocupaciones, las autoridades han introducido ratios de solvencia que los promotores deben cumplir. El programa denominado "3 líneas rojas" pretende reducir la exposición y el riesgo sistémico en caso de quiebra, restringiendo el acceso a la financiación.

Las nuevas restricciones afectan a las acciones y bonos de las empresas del sector. A finales de la semana pasada, los promotores inmobiliarios sufrieron las mayores pérdidas de Asia.

Fuente: MarketScreener.com