BAGDAD, 10 ene (Reuters) - Irak desea una salida negociada, rápida y ordenada, de las fuerzas militares lideradas por Estados Unidos de su territorio, pero no ha fijado una fecha, dijo el primer ministro Mohammed Shia al-Sudani, quien calificó su presencia de desestabilizadora en medio de las repercusiones regionales de la guerra de Gaza.

Los antiguos llamamientos de facciones musulmanas mayoritariamente chiíes, muchas de ellas cercanas a Irán, a favor de la salida de la coalición liderada por Estados Unidos han cobrado fuerza tras una serie de ataques estadounidenses contra grupos militantes vinculados a Irán, que también forman parte de las fuerzas de seguridad oficiales de Irak.

Los ataques, en respuesta a decenas de ataques con aviones no tripulados y misiles contra fuerzas estadounidenses desde que Israel lanzó su campaña en Gaza, han suscitado el temor a que Irak vuelva a convertirse en escenario de un conflicto regional.

"Es necesario reorganizar esta relación para que no sea un objetivo ni una justificación para que ninguna parte, interna o extranjera, altere la estabilidad en Irak y en la región", dijo Sudani a Reuters en una entrevista concedida el martes en Bagdad.

Al dar los primeros detalles de su pensamiento sobre el futuro de la coalición desde su anuncio el 5 de enero de que Irak iniciaría el proceso de su cierre, Sudani dijo que la salida debería negociarse bajo "un proceso de entendimiento y diálogo".

"Acordemos un calendario (para la salida de la coalición) que sea, honestamente, rápido, para que no permanezcan mucho tiempo y los ataques sigan sucediendo", dijo, señalando que sólo el fin de la guerra de Israel contra Gaza detendría el riesgo de una escalada regional.

"Ésta (el fin de la guerra de Gaza) es la única solución. De lo contrario, veremos una mayor expansión del escenario de conflicto en una región sensible para el mundo que alberga gran parte de su suministro energético", afirmó Sudani.

Una retirada estadounidense probablemente aumentaría la preocupación en Washington por la influencia de Irán sobre la élite gobernante iraquí. Los grupos chiíes apoyados por Irán ganaron fuerza en Irak tras la invasión liderada por Estados Unidos en 2003.

El Pentágono declaró el lunes que no tenía previsto retirar las tropas estadounidenses, que se encuentran en Irak por invitación de su gobierno.

Irak, segundo productor de petróleo de la OPEP, ha sido uno de los críticos más acérrimos de la campaña israelí en Gaza, describiendo la matanza y el desplazamiento masivos de civiles palestinos como un caso de genocidio, afirmaciones que Israel niega con vehemencia.

Pero el Gobierno iraquí también ha afirmado en repetidas ocasiones que los ataques de grupos armados contra fuerzas extranjeras y misiones diplomáticas en Irak son ilegales y van en contra de los intereses del país, y afirma que ha detenido a algunos autores y evitado atentados.

Al mismo tiempo, Bagdad ha condenado los ataques estadounidenses contra bases utilizadas por los grupos, así como un reciente ataque contra un alto mando de las milicias en el corazón de Bagdad, como graves violaciones de la soberanía.

Los críticos afirman que los grupos armados, incluidos Kataeb Hezbolá y Haraket Hezbolá al-Nujaba, usan como tapadera su condición de miembros de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), una fuerza de seguridad del Estado que comenzó como una agrupación de milicias en 2014.

Cuando atacan a las fuerzas estadounidenses, actúan al margen de la cadena de mando bajo la bandera de la Resistencia Islámica en Irak; cuando Estados Unidos toma represalias, lamentan sus pérdidas como miembros de las FMP y cosechan los frutos de un creciente sentimiento antiestadounidense.

Las fuerzas lideradas por Estados Unidos invadieron Irak y derrocaron al exlíder Saddam Hussein en 2003, se retiraron en 2011, pero regresaron en 2014 para luchar contra el Estado Islámico como parte de una coalición internacional. Estados Unidos tiene actualmente unos 2.500 soldados en Irak.

Con el Estado Islámico territorialmente derrotado en 2017 y en vías de desaparición desde entonces, Sudani dijo que la razón de ser de la coalición había terminado hacía tiempo.

EN CIERNES

Pero los llamamientos a la retirada de la coalición existen desde hace años y, de momento, poco ha cambiado. En 2020, el Parlamento iraquí votó a favor de su retirada días después de que Estados Unidos mató al general iraní Qassem Soleimani y a un alto mando militante iraquí en un ataque frente al aeropuerto de Bagdad.

Al año siguiente, Estados Unidos anunció el fin de su misión de combate en Irak y el paso a asesorar y asistir a las fuerzas de seguridad iraquíes, una medida que apenas cambió las cosas sobre el terreno.

La guerra de Gaza ha vuelto a poner el tema en el centro de la escena, y muchos grupos iraquíes que llevaron al Gobierno de Sudani al poder y son próximos a Teherán piden la salida definitiva de todas las fuerzas extranjeras, una medida que Irán y sus aliados regionales llevan tiempo buscando.

El jefe del grupo libanés Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, dijo en un discurso el viernes que los ataques estadounidenses en Irak deberían allanar el camino para la retirada definitiva de las fuerzas estadounidenses de Irak, lo que también haría insostenible su presencia en el noreste de Siria.

Sudani dijo que buscaba la salida de la coalición porque Irak ya podía defenderse por sí mismo del terrorismo y debía ejercer la plena soberanía sobre su territorio, evitando así dar a nadie una excusa para arrastrar a Irak a un conflicto regional.

"Poner fin a su presencia evitará más tensión y el enredo de cuestiones de seguridad interna y regional", afirmó Sudani.

Agregó que Irak estaba abierto a establecer relaciones bilaterales y a participar en la cooperación en materia de seguridad con los países de la coalición, incluido Estados Unidos, lo que podría incluir la formación y el asesoramiento de las fuerzas de seguridad iraquíes, así como la compra de armas.

Estados Unidos "no es un enemigo para nosotros y no estamos en guerra con él, pero si continúan estas tensiones, sin duda repercutirá y creará una brecha en esta relación", afirmó.

(Reporte de Timour Azhari Editado en Español por Ricardo Figueroa)