En una carta dirigida al Ministerio de Asuntos Exteriores de Burkina Faso, vista por Reuters, la embajada francesa dijo que la policía militar de Burkina Faso no hizo nada el 18 de noviembre mientras cientos de manifestantes atacaban violentamente la embajada, lanzando piedras y otros proyectiles contra sus muros.

Algunos de los oficiales encargados de proteger la embajada fueron captados en vídeo jugando a las cartas mientras se desarrollaba la protesta, según la carta.

El sentimiento antifrancés y las protestas han aumentado este año en Burkina Faso, una antigua colonia francesa con la que Francia mantiene fuertes lazos y tiene fuerzas especiales estacionadas en el país.

Algunos de los manifestantes marcharon hasta las puertas de la base militar francesa, exigiendo a los soldados que se fueran.

Una fuente diplomática dijo que la embajada envió una carta a las autoridades durante el fin de semana pidiendo que se respeten las convenciones internacionales sobre la protección de los enclaves diplomáticos y que se incremente la seguridad alrededor de la embajada.

La embajada ha presentado varias peticiones de este tipo y el Ministerio de Asuntos Exteriores ha asegurado que las demandas serían atendidas, dijo la fuente a Reuters el lunes.

El jefe de personal de la gendarmería nacional de Burkina Faso, Evrard Somda, dijo que los agentes apostados en el exterior de la embajada no estaban equipados para hacer frente a la protesta y que estaba esperando órdenes de las autoridades para enviar refuerzos, lo que llevó varias horas.

En cuanto a los gendarmes que estaban jugando a las cartas, dijo que había visto el vídeo y que estaba gestionando el problema internamente.

Hartos de un empeoramiento de la insurgencia islamista y de lo que se percibe como una influencia neocolonial por parte de París, algunos burkineses han seguido el ejemplo del vecino Malí pidiendo una asociación más fuerte con Rusia y que Francia se vaya.

Los manifestantes ya atacaron la embajada francesa a principios de octubre, el día después de que el líder militar de Burkina Faso, Ibrahim Traore, anunciara que había derrocado al gobierno en el segundo golpe de estado del país este año.

Los manifestantes incendiaron la embajada francesa después de que Traore afirmara que el líder que derrocó, Paul-Henri Damiba, se había refugiado en una base del ejército francés, lo que Francia desmintió.

"Los acontecimientos sufridos en octubre y noviembre son susceptibles de repetirse en los próximos días, si no se hace nada", decía la carta de la embajada francesa fechada el 19 de noviembre.

En ella se solicitaban refuerzos de seguridad en la embajada francesa, en la residencia del embajador y en las escuelas y establecimientos culturales franceses de la capital, Uagadugú, y de la ciudad de Bobo-Dioulasso.

Una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Burkina Faso, Celine Ilboudo, dijo que aún no había recibido la carta del 19 de noviembre, pero confirmó que la embajada francesa había enviado previamente un correo sobre el asunto.