El banco central ha subido los tipos al 2,50% desde el 0% de febrero, tras un aumento de los precios mucho mayor de lo que había previsto. Sin embargo, ahora hay esperanzas de que la inflación esté cerca de su máximo.

Varios responsables de la fijación de los tipos dijeron que las subidas de los mismos podrían terminar pronto, lo que estaría en consonancia con la previsión del Riksbank de que el tipo de interés oficial alcanzará un máximo justo por debajo del 3% el próximo año.

"La nueva fase de la estrategia de política monetaria refleja nuestra creencia y esperanza de que estamos cerca de un nivel para el tipo de interés político que no necesitará ser mucho más alto", dijo el subgobernador Per Jansson.

Fue apoyado por los subgobernadores Anna Breman y Martin Floden.

Sin embargo, otros responsables de la fijación de los tipos adoptaron una postura diferente. El subgobernador Henry Ohlsson, por ejemplo, dijo que con la inflación todavía cerca de los máximos de 30 años, estaba "muy claro para mí que la política monetaria tiene que ser mucho menos expansiva".

"Los riesgos se inclinan hacia una subida de tipos de 50 puntos básicos", dijo Torbjorn Isaksson, economista de Nordea, sobre la reunión de febrero. Swedbank dijo que esperaba una subida de 50 puntos básicos en febrero.

DEBATE

La división refleja un debate más amplio entre los bancos centrales sobre cuánto endurecimiento es necesario, y cuánto pueden soportar los consumidores y las empresas en medio de una desaceleración económica.

La Reserva Federal de Estados Unidos podría reducir pronto el ritmo de sus subidas de los tipos de interés tras cuatro subidas consecutivas de 75 puntos básicos.

En Europa, algunos miembros del Banco Central Europeo sostienen que existe el riesgo de que la inflación se consolide. A otros les preocupa que las subidas agresivas no hagan más que profundizar la recesión.

En Suecia, la incertidumbre es alta.

En octubre, la caída de los precios de la electricidad redujo las cifras de la inflación general, pero los precios subyacentes aumentaron más de lo que el Riksbank - y los mercados - esperaban, alcanzando el 7,9%.

Los resultados de la inflación de noviembre y diciembre están previstos antes de la próxima reunión de política del Riksbank.

Además, el gobernador Stefan Ingves, en general un halcón, dejará el banco a finales de año.

El actual jefe de la FSA, Erik Thedeen, que asumirá el cargo en enero, no ha indicado cuál es su posición en materia de política. La reunión de febrero será también la primera en la que vote la nueva vicegobernadora Aino Bunge.

Los mercados ven que el tipo de interés oficial sueco se situará en torno al 3,25% en la segunda mitad del próximo año.