Los rendimientos de la deuda de la zona euro cayeron el viernes después de una fuerte venta de bonos a principios de esta semana, pero persistió la ansiedad por la senda de endurecimiento monetario de los bancos centrales y los posibles movimientos erráticos de los gilts británicos.

La inflación de la zona euro superó las previsiones y alcanzó el 10,0% en septiembre, un nuevo récord, tal y como esperaban los analistas, después de que los datos alemanes mostraran que los precios al consumo aumentaron un 10,9% a lo largo del año.

Los inversores consideran que las medidas del Banco de Inglaterra (BoE) ponen freno a los efectos de la espiral de los bonos a largo plazo, después de que el controvertido plan de la primera ministra británica, Liz Truss, para reactivar el crecimiento económico desencadenara el caos en los mercados. Dijeron que seguirían esperando un plan creíble para mantener la deuda bajo control.

Truss dijo el jueves que mantendría su plan.Ella y su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, se reunirán el viernes con el jefe del organismo de control fiscal independiente de Gran Bretaña mientras intentan calmar a los mercados.

La rentabilidad de la deuda pública alemana a 10 años bajó 13 puntos básicos (pb) y se situó en el 2,08%. El miércoles subió a su nivel más alto desde diciembre de 2011, al 2,35%.

Los tipos reales alemanes seguían en territorio positivo, con el rendimiento de los bonos ligados a la inflación a 10 años en el 0,006%, después de haber alcanzado el máximo de la sesión en el 0,097%.

Un indicador clave del mercado sobre las expectativas de inflación a largo plazo se situó en torno a su mínimo de cuatro semanas, en el 2,14%, una señal de que los mercados creen que los próximos movimientos del Banco Central Europeo serán eficaces para frenar la subida de los precios al consumo.

"Los funcionarios del Banco Central Europeo tienen todas las razones para seguir intensificando la retórica de halcón", dijeron los analistas de ING, refiriéndose a los datos de inflación de Alemania y de la zona euro.

Los responsables de la política del BCE se mostraron el jueves más partidarios de otra gran subida de los tipos de interés.

"Ayer (el responsable de la política del BCE, Pablo Hernández) de Cos situó el tipo terminal en el 2,25-2,5%. Si ese es el objetivo, entonces un aumento global de al menos otros 150 puntos básicos está en las cartas durante las próximas "varias" reuniones", añadieron los analistas de ING.

El rendimiento de la deuda pública italiana a 10 años cayó 13,5 puntos básicos hasta el 4,5%, y el diferencial entre los rendimientos italianos y alemanes a 10 años se situó en 242 puntos básicos.

Los analistas de Commerzbank señalaron que un reciente salto en los rendimientos de los gilts provocó una ampliación del diferencial de rendimiento entre Italia y Alemania, a pesar de que los resultados de las elecciones italianas fueron más o menos los esperados.

"La experiencia del Reino Unido probablemente haya influido, ya que los participantes en el mercado se dan cuenta de las consecuencias de una política económica irresponsable", dijeron en una nota a los clientes.

"Sin embargo, lo mismo ocurre con el gobierno italiano. La reciente evolución de los mercados debería dar lugar a anuncios prudentes por parte del nuevo gobierno", añadieron.

El Documento Económico y Financiero (DEF) del gobierno saliente de Mario Draghi constituirá el marco del presupuesto de 2023 que examinará la Unión Europea.