El continente se enfrenta a la peor crisis alimentaria de su historia, con más de uno de cada cinco africanos - la cifra récord de 278 millones de personas - pasando hambre, según estimaciones de Naciones Unidas.

Uno de los temas principales de la cumbre de tres días celebrada en la capital senegalesa, Dakar, fue que los países africanos necesitan aumentar su capacidad de producción de alimentos en lugar de depender de las importaciones que les han dejado vulnerables a las subidas de precios y a la escasez.

La reunión congregó a líderes africanos, bancos de desarrollo y socios internacionales como Estados Unidos, la Unión Europea y Gran Bretaña para movilizar financiación y compromiso político.

Alrededor de 40 países de todo el continente presentaron planes de desarrollo agrícola al banco y a otros socios, que se comprometieron a apoyarlos durante los próximos cinco años para que los países puedan aumentar la producción de alimentos.

"Vamos a invertir en mercados, vamos a invertir en infraestructuras, energía, vamos a invertir en carreteras, vamos a invertir en almacenamiento, todo lo que se necesita para que la agricultura funcione", declaró a Reuters en una entrevista el presidente del Banco Africano de Desarrollo, Akinwumi Adesina.

"Debemos asegurarnos de que la agricultura permita a la gente alimentarse. Ése es el núcleo de lo que estamos haciendo aquí. Es vergonzoso que África no sea capaz de alimentarse a sí misma", afirmó Adesina.

La pesada carga de la deuda derivada de la pandemia del COVID-19 y la guerra de Ucrania, que elevó los precios del combustible, los cereales y los aceites comestibles, se han sumado a las causas a largo plazo de la inseguridad alimentaria, como el cambio climático y los conflictos, según los expertos.

La guerra de Ucrania también interrumpió el suministro de fertilizantes al continente, elevando los precios fuera del alcance de los agricultores.

El año pasado, el banco llegó a un acuerdo y obtuvo garantías de los fabricantes de fertilizantes del continente, incluidos los nigerianos Dangote e Indorama, y el marroquí OCP, de que África no quedará marginada en la cadena de suministro de fertilizantes, afirmó Adesina, añadiendo que el banco había realizado inversiones en los fabricantes.

"Creo que no tendremos una crisis de fertilizantes en África. El reto que vamos a tener es el problema de la asequibilidad", dijo, añadiendo que los gobiernos tendrían que poner en marcha medidas de apoyo para que los fertilizantes fueran asequibles para los agricultores.