Cientos de familias vivían en cabañas improvisadas en el refugio de la localidad de Kalehe desde mayo, cuando las devastadoras inundaciones destruyeron sus hogares en las aldeas de Bushushu y Nyamukubi, en la provincia de Kivu del Sur.

Los niños muertos en el incendio tenían entre uno y cinco años, mientras que cuatro adultos se encontraban en estado crítico en el hospital, según declaró a Reuters el administrador territorial de Kalehe, Bakenga.

Las muertes suponen una nueva tragedia para una comunidad que aún llora la pérdida de al menos 460 personas en las inundaciones. En total, cerca de 9.000 personas se vieron afectadas por la catástrofe, en la que las aguas de las inundaciones sepultaron los edificios en el barro y cortaron las carreteras.