Esto se produce tras la finalización de las conversaciones técnicas entre el FMI y Túnez, dijo Zied Mouhli, un portavoz del banco central.

Túnez, que se enfrenta a una crisis financiera, pretende llegar a un acuerdo de préstamo a cambio de un impopular paquete de reformas para apuntalar sus maltrechas finanzas públicas.

La semana pasada, el FMI acogió con satisfacción las reformas económicas propuestas por el gobierno tunecino y dijo que estaba dispuesto a iniciar las negociaciones en las próximas semanas.

"El programa de reformas anunciado por el gobierno logra varios beneficios, como el aumento de la credibilidad, lo que hace que las posibilidades de éxito sean mayores que en el pasado", dijo la semana pasada Jihad Azour, director del Departamento de Oriente Medio y Asia Central del Fondo.

"Tras meses de discusiones técnicas con las autoridades tunecinas, el FMI está preparado para iniciar las negociaciones sobre el programa en las próximas semanas", añadió.

El plan de reforma de Túnez incluye la congelación de los salarios, el cese de las contrataciones en el sector público, el recorte de las subvenciones a la energía y a los alimentos y la venta de acciones en las empresas estatales.

El poderoso sindicato UGTT, con cerca de un millón de miembros, se opone firmemente al programa propuesto y lanzó una huelga nacional el mes pasado en las empresas públicas. Dijo que planea repetir la acción.