Nordex dijo que la guerra en Ucrania, la pandemia de COVID-19 y las consiguientes interrupciones energéticas y logísticas habían provocado un resultado negativo en el primer semestre antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA) de 173,3 millones de euros, tras un resultado positivo de 68,4 millones de euros en el mismo periodo del año anterior.

La empresa también informó de una pérdida neta consolidada de 283,2 millones de euros de enero a junio, un fuerte deterioro respecto a la pérdida neta en el periodo comparable de 2021 de 63,7 millones de euros.

De cara al año completo, las ventas consolidadas en 2022 deberían situarse entre 5.200 y 5.700 millones de euros, frente a los 5.400-6.000 millones previstos inicialmente, y el margen de EBITDA entre menos 4% y cero%, reiteró Nordex.

El margen de EBITDA en la primera mitad del año fue de menos 8,1%. Nordex quiere alcanzar un margen del 8% como objetivo estratégico a medio plazo.

"Con unos mercados que siguen siendo difíciles, los resultados de nuestro negocio en el segundo trimestre fueron los esperados", dijo el director general José Luis Blanco.

Pero al haber reforzado su estructura de capital mediante ampliaciones de capital en junio y julio y con una sólida cartera de pedidos, Blanco dijo que Nordex confía en beneficiarse de las perspectivas positivas de crecimiento a medio plazo.

Nordex dijo que la caída de las instalaciones en el segundo trimestre fue especialmente notable fuera de Europa y América Latina.

El valor de los nuevos pedidos en el semestre ascendió a 2.400 millones de euros, un 20,2% más que un año antes.