El juez Thomas Leech denegó el permiso para recurrir la decisión ante el Tribunal Superior, aunque los bonistas pueden acudir al Tribunal de Apelación, y señaló que una mayoría de acreedores había respaldado el plan de reestructuración.

El grupo de bonistas no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

Adler, uno de los mayores arrendadores de Alemania, lucha contra una crisis de liquidez provocada por la caída del mercado inmobiliario alemán, la subida de los precios de la energía y la construcción causada por la invasión rusa de Ucrania y el impacto de la pandemia del COVID-19.

Un plan de reestructuración, presentado por los abogados que representan a la filial inglesa de Adler, para evitar el colapso inminente de la empresa fue aprobado por el Tribunal Superior de Londres el 12 de abril, incluso cuando algunos tenedores de bonos se opusieron a la decisión.

Los inversores, titulares de pagarés de Adler con vencimiento en 2029 y entre los que se encontraban las firmas de inversión DWS Investment GmbH y Strategic Value Partners, se opusieron al plan, alegando que saldrían mejor parados si el Grupo Adler se liquidara formalmente.

Además, el vendedor en corto Viceroy Research alegó en 2021 que el balance de la empresa se había inflado artificialmente, acusaciones que Adler rechazó en su momento.

El Grupo Adler tiene deudas externas de aproximadamente 6.100 millones de euros (6.700 millones de dólares), según documentos judiciales presentados por su filial inglesa AGPS Bondco.

Según el plan de reestructuración, la empresa tomaría prestados 938 millones de euros de nueva financiación y se modificarían las condiciones de los pagarés no garantizados que vencen entre 2024 y 2029.

Su director financiero, Thomas Echelmeyer, declaró el martes que la empresa quería saldar su deuda sin una ruptura total del grupo, aunque también tendrá que recortar puestos de trabajo.

La cotización de Adler Group -que ha caído un 97% desde enero de 2021- subía un 2,9% a 0,8555 euros a las 1215 GMT.