Australia Occidental revisará su sistema de permisos medioambientales con el fin de acelerar el desarrollo de nuevas empresas fundamentales para la transición energética, según informó el martes su gobierno estatal.

Las reformas se producen en un momento en que el impulso mundial para reducir las emisiones de carbono dispara la demanda de metales como el litio y el níquel, utilizados en las baterías de los vehículos eléctricos, y el acero ecológico, mientras que las preocupaciones sobre la cadena de suministro redibujan el mapa sobre dónde se procesan.

Los consejeros delegados del sector minero, entre ellos el jefe de BHP, Mike Henry, han pedido a Australia que racionalice la reglamentación o se arriesga a quedarse atrás mientras Estados Unidos, Europa, Canadá y otros países se apresuran a desarrollar sus propias industrias, ofreciendo un amplio apoyo.

Australia Occidental suministra más de la mitad del mineral de hierro transportado por mar del mundo y la mitad del litio. Su sector de recursos facturó 254.000 millones de dólares australianos (167.000 millones de dólares estadounidenses) en el ejercicio 2022-2023.

Pero los mineros de litio, como Mineral Resources, dudan en instalar plantas locales de procesamiento, dados los marcos políticos más atractivos de otros lugares.

Como parte de las reformas, el ministro estatal de Medio Ambiente podrá fijar plazos para los proyectos de importancia estatal, mientras que los procesos de aprobación gubernamental podrán discurrir simultáneamente a las aprobaciones medioambientales en lugar de consecutivamente.

El gobierno estatal está estudiando la posibilidad de establecer plazos reglamentarios de forma más amplia y también tomará más medidas para reducir la duplicación de aprobaciones con otros departamentos, declaró.

"El anuncio de hoy es un enorme paso adelante para eliminar la burocracia verde que lleva años frenando a nuestra industria y a la economía del Estado", declaró el director general de la Asociación de Empresas Mineras y de Exploración (AMEC), Warren Pearce.

Sin embargo, las reformas de la normativa medioambiental nacional australiana se han retrasado hasta el año que viene.

El Instituto Grattan, un grupo de reflexión, calcula que la industria de los minerales críticos podría aportar más de 400.000 millones de dólares a la economía australiana en 2050 con los ajustes políticos adecuados, una contribución mayor que la del no. 2 exportación de carbón.

(1 $ = 1,5195 dólares australianos) (Reportaje de Melanie Burton; Edición de Sonali Paul)