Morgan Stanley utilizó una "poco realista" e "inapropiada" llamada al margen de casi 1.000 millones de dólares para forzar la salida de sus libros contables de las operaciones mantenidas por el grupo Frasers, del magnate minorista Mike Ashley, en parte por esnobismo, según se dijo el miércoles al Tribunal Superior de Londres.

El juicio, de dos semanas de duración, enfrenta a Ashley, un empresario británico cuya fortuna está valorada por Forbes en 5.200 millones de dólares, con un peso pesado de la banca de inversión que le desdeñó como cliente hace tres años.

Ashley había sido visto como un "advenedizo", que tendría "cero respeto a las normas de la forma en que hacemos negocios", citó Frasers a personal del banco en documentos judiciales. Dijo que la reacción negativa de Morgan Stanley cuando intentó convertirse en cliente del banco fue "clasista, no cabe duda".

Frasers demanda ahora a Morgan Stanley por unos 47 millones de euros (51 millones de dólares) por supuestos costes y pérdida de beneficios comerciales después de que el banco impusiera el ajuste de márgenes -garantía para cubrir posibles pérdidas en una operación- en la posición comercial del minorista en el grupo de moda alemán Hugo Boss el 25 de mayo de 2021.

Adrian Beltrami, abogado de Frasers, declaró el día de la apertura del juicio que el banco de Wall Street cambió el propósito de su ajuste de márgenes de 915 millones de dólares el 28 de mayo de 2021, tras descubrir que Frasers respaldaba operaciones mantenidas por el banco danés Saxo Bank.

Frasers, que negociaba acciones de Hugo Boss a través de Saxo, cliente de Morgan Stanley, alega que la decisión de exigir dicha garantía fue caprichosa, contraria a las prácticas del mercado y diseñada para obligarle a cerrar o mover sus posiciones y causarle un perjuicio.

Morgan Stanley, que rechaza la demanda por artificiosa y carente de fundamento, afirma que no tenía ninguna relación contractual con Frasers, sólo con Saxo, y alega que la exigencia de un margen basado en una posible subida del 400% de las acciones de Boss se diseñó para garantizar que estaba debidamente protegido de la exposición a las apuestas bursátiles.

El banco también descartó las acusaciones de cualquier vendetta contra Ashley. Dijo que el personal del banco estaba horrorizado por el tamaño de la posición en Boss en un momento de mayor preocupación por las grandes posiciones en valores individuales.

"Santo cielo... no habíamos visto nada tan grande para ellos (Saxo) antes... este es exactamente el tipo de concentración por el que tenemos que estar preocupados", dijo Greg Basso, de la división de riesgo de contraparte del banco, en una llamada interna el 24 de mayo -antes de que Saxo revelara la identidad de su cliente-, según escuchó el tribunal.

Camilla Bingham, representante del banco, dijo que Morgan Stanley podría haber "ejercido el derecho nuclear" de forzar el cierre de la posición de Boss cuando el margen no se pagó en su totalidad, pero entabló conversaciones con Saxo para resolver el problema.

La llamada al margen se produjo dos meses después del colapso del family office Archegos Capital, en el que Morgan Stanley perdió 911 millones de dólares.

Saxo y Frasers, que finalmente transfirió sus operaciones, han resuelto su caso por separado. (1 dólar = 0,9264 euros) (Reportaje de Kirstin Ridley Edición de Tomasz Janowski)