Un tribunal alemán anuló el miércoles las tasas de rentabilidad para los operadores de infraestructuras de redes eléctricas y de gas fijadas en 2021 por el regulador de redes, afirmando que las empresas tenían razón al quejarse de que eran demasiado bajas.

La decisión del tribunal de Dusseldorf no se aplicará inmediatamente y puede ser recurrida.

El regulador federal, llamado Bundesnetzagentur, había fijado los rendimientos futuros permitidos para las nuevas infraestructuras de electricidad y gas en un 5,07%, frente al 6,91% anterior, lo que llevó a 900 operadores de redes de distribución local a presentar un recurso.

El tipo es aplicable durante cinco años a partir de 2024 para la electricidad y se ha aplicado a partir de 2023 para el gas.

Los tipos para las infraestructuras antiguas se han fijado en el 3,51%, frente al 5,12% anterior.

El tribunal escuchó en junio los casos de prueba de 14 empresas seleccionadas y dio la razón a sus argumentos, según informó en un comunicado.

"Al calcular los límites máximos de ingresos que deben percibir los operadores de red por el uso de la red por parte de los proveedores de electricidad y gas, debe garantizarse un rendimiento adecuado de los fondos propios invertidos por el operador de red", dijo al explicar su decisión.

Las principales empresas de redes eléctricas, entre ellas E.ON y EnBW, han afirmado que necesitan más dinero para seguir siendo competitivas cuando hay que gastar miles de millones de euros para dar cabida en las redes a más centrales de producción de energía eólica y solar.

El tribunal dijo que la prima de riesgo de mercado calculada por el regulador no había sido suficientemente respaldada por pruebas de plausibilidad más amplias y no se había comparado con otros tipos fijados internacionalmente que reflejaran la evolución de los tipos de interés.

Por lo tanto, existía el riesgo de que los rendimientos no fueran competitivos y proporcionales a los riesgos asumidos.

El regulador tiene la misión de fomentar la inversión de los operadores y los inversores institucionales sin sobrecargar a los consumidores.

Los hogares y la industria contribuyen a financiar las inversiones de los operadores a través de las tarifas de red, que constituyen una parte considerable de las facturas energéticas y que han sido objeto de un mayor escrutinio tras el aumento de los precios de la energía desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022. (Reportaje de Vera Eckert Edición de Mark Potter)