Los inversores votarán sobre las resoluciones en la asamblea general anual del banco el viernes, pero Ping An y sus partidarios se enfrentan a una ardua batalla para conseguir el 75% de los votos emitidos necesarios para aprobar las resoluciones especiales.

Las propuestas por el inversor particular Ken Lui y apoyadas por Ping An instan a HSBC a aumentar el reparto de dividendos y a revisar periódicamente la estrategia, incluida la posibilidad de escindir el negocio asiático que genera la mayor parte de los beneficios del banco.

HSBC ha pedido a los inversores que voten en contra de las propuestas, alegando que destruirían el valor para el accionista, y hasta ahora ningún otro gran inversor institucional se ha mostrado a favor.

Por el contrario, el fondo de inversión estatal de Noruega, el cuarto mayor inversor de HSBC, ha dicho que respaldará al consejo del banco y firmas asesoras como Glass Lewis e ISS, que recomiendan la forma en que los inversores ejercen los votos por delegación, han instado a apoyar al banco.

Lui declaró a CNBC News en una entrevista emitida antes de la junta que había enviado correos electrónicos a los 50 mayores inversores de HSBC y que le habían contestado ocho, con los que se había reunido por videollamada o en persona para discutir sus resoluciones.

Lui dijo que sólo podía revelar que se había reunido con Ping An y que le habían dado su apoyo. Cuando presentó las resoluciones estaba "muy seguro" de que serían aprobadas, añadió Lui.

HSBC y Ping An se han enzarzado en una disputa cada vez más acalorada y pública desde el pasado noviembre, cuando la aseguradora china empezó a presionar para que HSBC separara su negocio asiático del resto del banco en un intento de mejorar los beneficios.

HSBC triplicó su beneficio en el primer trimestre gracias a que la subida de los tipos de interés impulsó sus ingresos, y pagó su primer dividendo trimestral desde 2019.