Las acciones de Reckitt Benckiser cayeron más de un 15% el viernes hasta su nivel más bajo en una década por el temor a que la empresa de bienes de consumo se enfrente a más responsabilidades financieras por las demandas relacionadas con su leche de fórmula para bebés Enfamil.

Un jurado de Illinois ordenó el miércoles a Mead Johnson, unidad de Reckitt, pagar 60 millones de dólares a la madre de un bebé prematuro que murió de una enfermedad intestinal tras haber sido alimentado con Enfamil.

El veredicto se produce en el primer juicio de cientos de demandas en las que se alega que las fórmulas Enfamil y Similac de Abbott Laboratories causaron una enfermedad mortal, que afectó sobre todo a recién nacidos prematuros.

"No es simplemente la cuantía de este pago lo que ha provocado nerviosismo, sino el hecho de que hay pendiente una larga lista de otras demandas, que podrían acumularse hasta suponer una enorme suma para la empresa", declaró Susannah Streeter, analista de Hargreaves Lansdown.

Las acciones de la empresa, propietaria de marcas como Lysol, Dettol y Strepsils, bajaban por última vez hasta los 4.497 peniques a las 1443 GMT, la mayor caída en un día desde 1999, lo que las convierte en la principal perdedora del índice londinense de acciones azules FTSE 100.

La última vez que cayeron se acercó a niveles similares fue el 28 de febrero, cuando la empresa publicó unos resultados decepcionantes y dijo que una investigación había revelado que algunos empleados habían infradeclarado responsabilidades en Oriente Próximo.

"Tras incumplir las expectativas en el cuarto trimestre, los inversores siempre iban a ser muy sensibles a los reveses y este juicio ha provocado una nueva pérdida de confianza", afirmó Streeter, de Lansdown. (Reportaje de Eva Mathews en Bengaluru; Edición de Anil D'Silva)