La noticia de la carta a Nvidia, y de otra similar a su rival AMD, se produce después de que el Departamento de Comercio anunciara en agosto un freno a las exportaciones de materiales y software utilizados para fabricar chips de nueva generación, así como de que Reuters informara recientemente de otras acciones que se están estudiando y que harían mucho más difícil al sector chino de los semiconductores competir a escala mundial.

El aviso de Estados Unidos a los fabricantes de chips podría paralizar la capacidad de las empresas chinas para llevar a cabo trabajos avanzados como el reconocimiento de imágenes y obstaculizar el negocio de Nvidia en el país.

Aunque un portavoz del Departamento de Comercio no arrojó mucha luz sobre las cartas en un comunicado, sugirió que formaba parte de un esfuerzo más amplio dirigido a China: "Aunque no estamos en condiciones de esbozar cambios de política específicos en este momento, estamos adoptando un enfoque global para aplicar las medidas adicionales necesarias relacionadas con las tecnologías, los usos finales y los usuarios finales para proteger la seguridad nacional y los intereses de la política exterior de EE.UU.".

Como en el pasado, la agencia dijo que quería impedir el acceso de China a la tecnología que podría utilizarse "para alimentar sus esfuerzos de modernización militar".

Al mismo tiempo, la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, ha dicho que la agencia "persigue estrategias como el 'nearshoring' y el 'friendshoring', para que socios afines se integren en nuestras cadenas de suministro... A medida que reconstruimos nuestras cadenas de suministro, no podemos depender de países extranjeros que no comparten nuestros valores para nuestros componentes críticos de chips."

En una medida que se interpretó como dirigida a China, el departamento adoptó en agosto nuevos controles a la exportación de tecnologías que apoyan la producción de semiconductores avanzados y motores de turbina de gas que, según Estados Unidos, son fundamentales para su seguridad nacional.

Los controles incluyen el ECAD, una categoría de herramientas de software utilizadas para la validación de circuitos integrados o placas de circuitos impresos "que pueden hacer avanzar muchas aplicaciones comerciales, así como militares, incluyendo los satélites de defensa y comunicaciones", dijo el departamento en ese momento.

Poco después, Biden firmó una ley para impulsar la competencia de Estados Unidos con los esfuerzos científicos y tecnológicos de China, subvencionando la fabricación de chips en Estados Unidos y ampliando la financiación de la investigación. La ley pretende "reducir la dependencia de la producción extranjera vulnerable o excesivamente concentrada tanto para la microelectrónica de vanguardia como para la madura".

Estados Unidos también está considerando limitar los envíos de equipos de fabricación de chips estadounidenses a los fabricantes de chips de memoria en China, incluyendo a Yangtze Memory Technologies Co Ltd (YMTC), según dijeron a Reuters cuatro personas familiarizadas con el asunto, como parte del intento de frenar los avances del sector de los semiconductores en China.

La ofensiva, si se aprueba, implicaría la prohibición del envío de equipos estadounidenses de fabricación de chips a las fábricas de China que fabrican chips NAND avanzados.

Las tensiones entre China y Estados Unidos sobre el sector tecnológico se agudizaron bajo el mandato del predecesor de Biden, Donald Trump, y han continuado desde entonces. Reuters informó en julio de que la administración de Biden también está estudiando la posibilidad de restringir los envíos a China de herramientas para fabricar chips lógicos avanzados, tratando de poner en aprietos al mayor fabricante de chips de China, SMIC.