Los casinos de la empresa, entre los que se encuentra el Star Sydney, el segundo más grande de Australia, están bajo escrutinio normativo después de que una audiencia pública revelara posibles fallos de cumplimiento relacionados con las leyes contra el blanqueo de dinero y el terrorismo.

Star dijo que los directores no ejecutivos Sally Pitkin y Gerard Bradley han manifestado su intención de abandonar el consejo de administración.

Los operadores de casinos australianos están sometidos actualmente a un mayor escrutinio, ya que al mayor casino del país, Crown Resorts Ltd, se le ha revocado la licencia de juego para su principal centro turístico de Melbourne, tras la celebración de audiencias públicas.

El director general de Star Entertainment, Matt Bekier, presentó en abril su dimisión, asumiendo la responsabilidad de la "eficacia y adecuación de los procesos, políticas, personal y cultura de la empresa".

"El Consejo también es consciente de la necesidad de estabilidad en este

periodo de transición", añadió Star en su comunicado.