Las alicaídas bolsas chinas se encaminaban el jueves a una cuarta jornada de ganancias tras un cambio de liderazgo en el regulador del mercado, apuntalando la expectativa de nuevas medidas de apoyo mientras China se encamina esta semana a unas largas vacaciones por el Año Nuevo Lunar.

El índice azul CSI 300 se alejó aún más del mínimo de cinco años de la semana pasada tras las nuevas promesas de apoyo por parte de los compradores vinculados al Estado y la información de Bloomberg de que el presidente Xi Jinping se reuniría con los reguladores a principios de esta semana.

El gabinete dijo el miércoles que sustituiría al presidente de la Comisión Reguladora de Valores de China, Yi Huiman, por Wu Qing, un veterano regulador de valores que ha dirigido la Bolsa de Shanghai y es conocido por su línea dura contra las malas prácticas del mercado.

Mientras tanto, los datos sobre la inflación subrayaron el reto que supone para los reguladores estabilizar los mercados mientras la economía sigue tambaleándose. China está sumida en la desinflación, y los datos del jueves mostraron que los precios al consumo bajaron por cuarto mes consecutivo en enero.

Los precios de producción también cayeron, lo que apunta a una recuperación aún frágil en la segunda economía mundial.

Una serie de medidas reguladoras para defender el mercado de valores este año - como suspender a las casas de bolsa el préstamo de acciones para préstamos, frenar los préstamos con margen y otros derivados, e incluso conseguir que las bolsas frenen las ventas de los fondos de cobertura - apenas han ayudado.

El fondo estatal Central Huijin Investment también ha intensificado la inversión en fondos cotizados en bolsa (ETF).

"Parece que Pekín se ha dado cuenta de la brusca caída del mercado bursátil", afirmó el gestor de carteras Rob Brewis, de Aubrey Capital Management, con sede en el Reino Unido.

"Es difícil decir hasta qué punto es eficaz el nuevo hombre hasta que veamos algunas políticas... (No) repercutirá en la economía ni en el mercado inmobiliario, que parece ser el principal problema, pero bien podría instigar un rebote en el mercado de valores".

Mientras el S&P 500 se acerca a la mágica cota de los 5.000 puntos, los blue chips chinos llevan seis meses consecutivos de caídas, un reflejo de la avalancha de dinero que huye de los tambaleantes mercados bursátiles chinos.

A pesar de un repunte en las tres últimas sesiones, el CSI 300 ha bajado más de un 2% en el año.

El índice compuesto de Shanghai subió un 0,7% el jueves, habiendo subido más de un 4% en lo que va de semana, pero sigue siendo un 4% inferior en lo que va de año.

El banco central también ha estado ocupado intentando defender el yuan en medio de la caída del mercado bursátil.

El Banco Popular de China fijó el jueves el tipo de cambio medio en torno al cual permite que cotice el yuan -en una banda del 2%- en 7,1063 por dólar estadounidense, 848 pipos más firme que las estimaciones del mercado.

El yuan terrestre se situó por última vez en 7,1927 por dólar, con pocos cambios tras la publicación de las cifras de inflación.

Su homólogo extraterritorial subió un 0,1% hasta los 7,2045 por dólar. (Reportaje de Rae Wee y Ankur Banerjee; Edición de Christopher Cushing)