El Gobierno brasileño ya no necesitará comprar arroz importado, declaró el miércoles el ministro de Agricultura, Carlos Favaro, a un canal de televisión local, después de que el plan suscitara las críticas de los agricultores locales.

"Los precios ya han bajado", dijo Favaro, añadiendo que el gobierno seguirá vigilando el mercado. "Como no hay especulación, en mi opinión, no son necesarias nuevas subastas".

El mes pasado, la agencia nacional de cultivos de Brasil, la Conab, anuló los resultados de una polémica subasta de arroz por las dudas sobre la capacidad financiera de los ganadores para cumplir sus compromisos. El gobierno dijo entonces que celebraría una nueva subasta para comprar arroz importado, pero se quedó corto.

En esa rara subasta, Brasil había comprado 263.370 toneladas métricas de arroz importado por 1.320 millones de reales (236,28 millones de dólares). El objetivo era evitar una subida de precios tras las históricas inundaciones en el principal estado productor, Rio Grande do Sul, que sumergieron ciudades enteras, mataron al ganado e interrumpieron la cosecha de cultivos como el maíz y la soja.

Según el ministro, el programa brasileño de crédito agrícola Plano Safra, que se anunciará más adelante, ofrecerá préstamos para aumentar la producción de arroz en el estado afectado por las inundaciones, así como en otros.

(1$ = 5,5867 reales)