La mayor siembra de arroz en la India, el segundo mayor productor mundial del grano, aliviará la preocupación por la menor producción del alimento básico.

A principios de este mes, India ordenó detener su mayor categoría de exportación de arroz, una medida que reducirá aproximadamente a la mitad los envíos del mayor exportador mundial del grano.

Los agricultores suelen empezar a plantar arroz, maíz, algodón, soja, caña de azúcar y cacahuetes, entre otros cultivos, a partir del 1 de junio, cuando se espera que las lluvias monzónicas empiecen a empapar la India. La siembra suele durar hasta julio y principios de agosto.

Las lluvias de verano son cruciales, ya que casi la mitad de las tierras de cultivo de la India carecen de regadío.

En junio, la India recibió un 10% de lluvias por debajo de lo normal, pero en algunos estados el déficit pluviométrico fue hasta un 60% inferior a la media.

El Departamento Meteorológico de la India define las precipitaciones medias, o normales, como aquellas que oscilan entre el 96% y el 104% de una media de 50 años de 87 cm (35 pulgadas) para la estación cuatrimestral.

La oficina meteorológica india ha pronosticado una cantidad media de lluvia en julio a pesar de la probable aparición del patrón meteorológico de El Niño.

Las precipitaciones de julio son cruciales, ya que suponen la mayor parte de las precipitaciones de la estación monzónica, que dura cuatro meses.

Este año, el retraso en la llegada de las lluvias monzónicas y la escasez de precipitaciones en algunos estados del sur, el este y el centro del país retrasaron la siembra de los cultivos de verano a pesar de que el monzón cubrió todo el país con casi una semana de antelación.

Algunas regiones de la India, incluidos estados de la cesta del pan como Punjab y Haryana, han recibido lluvias torrenciales en julio que han provocado inundaciones. Aún así, en algunas partes del país prevalecen las condiciones climáticas secas.

Los agricultores plantaron 17,1 millones de hectáreas con semillas oleaginosas, incluida la soja, un 2,3% más que un año antes. El maíz se plantó en 6,9 millones de hectáreas, casi sin cambios respecto al año pasado. La superficie de algodón fue ligeramente inferior, de 11,8 millones de hectáreas.