El índice Nikkei de Japón cerró el miércoles en máximos de tres semanas gracias a la recompra de acciones debilitadas y al repunte nocturno de Wall Street.

El Nikkei terminó un 0,33% por encima de los 32.333,46, su cierre más alto desde el 10 de agosto, tras subir por tercera sesión consecutiva.

El índice más amplio Topix subió un 0,43% hasta los 2.313,38 puntos.

Wall Street cerró con fuertes subidas durante la noche después de que una caída en las ofertas de empleo mensuales cimentara las expectativas de una pausa en las subidas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense.

"El mercado japonés subió en parte siguiendo a Wall Street. Es fuerte porque no sólo subieron las acciones de los pesos pesados relacionados con los chips, sino también otros valores más pequeños", afirmó Seiichi Suzuki, analista jefe del mercado de renta variable del Instituto de Investigación Tokai Tokio.

"Los inversores se han hecho con acciones que se vendieron a principios de mes. Los inversores institucionales japoneses que no han podido comprar suficientes acciones japonesas fueron compradores. Los inversores extranjeros que habían vendido acciones a principios de mes también volvieron a comprarlas".

El fabricante de equipos de fabricación de chips Tokyo Electron subió un 0,97% y proporcionó el mayor impulso al Nikkei. El fabricante de equipos de pruebas de chips Advantest subió un 0,7% El fabricante de componentes electrónicos Kyocera avanzó un 2,33%.

El sector bancario saltó un 1,41% para convertirse en el de mayor rendimiento entre los 33 subíndices industriales de la Bolsa de Tokio.

Toyota Motor subió un 1,03% después de que el fabricante de automóviles que más vende en el mundo dijera que el miércoles reanudaría las operaciones en sus plantas de montaje de Japón, después de que un fallo en el sistema de producción paralizara la producción nacional.

Los minoristas se mostraron débiles, con los operadores de grandes almacenes cayendo, y Takashimaya perdió un 1,94% para convertirse en el peor valor del Nikkei. El operador de tiendas de conveniencia Seven & I Holdings perdió un 1,6%.

Fast Retailing, propietaria de la marca Uniqlo, cayó un 0,63% y fue la que más lastró al Nikkei.