VALVERDE, España, 29 nov (Reuters) - Entre los vítores del público, Cheik Ndaa, un inmigrante senegalés de 13 años, logra forzar la caída de su oponente y gana su primer torneo de lucha canaria, un deporte tradicional de las islas Canarias españolas.

Ndaa, quien llegó en un barco pesquero de madera en julio, se ha familiarizado rápidamente con este deporte gracias a su similitud con una forma de lucha que practicaba en su Dakar natal.

"La lucha ha sido mi pasión desde que vivía en Senegal, (...) la llevo en el corazón", afirma Ndaa.

Asiste a una escuela local y entrena dos veces por semana con otros 11 inmigrantes en un club de El Hierro, la isla más pequeña del archipiélago.

Su talento para la lucha podría ayudarle a conseguir una vida mejor en España, dice su entrenador, Beneino Machín, un veterano luchador.

"Salen de su país, abandonan su familia para buscarse otra vida en otros horizontes", dijo Machín, de 75 años. "Les tengo un cariño muy especial".

La lucha canaria se practica en un círculo de arena y los luchadores deben hacer que sus oponentes toquen la arena con cualquier parte del cuerpo excepto los pies.

Ndaa llegó al puerto de La Restinga tras un viaje en el que murieron muchos. No hablaba español y era uno de los 5.000 menores no acompañados entre los 34.000 inmigrantes africanos que han llegado este año al archipiélago.

Eladio Mérida, ganadero de la isla, se enteró de que los menores inmigrantes practicaban algo parecido a la lucha canaria.

Pidió permiso a las autoridades para invitarlos a los entrenamientos del Club de Lucha Concepción, con el fin de reforzar una actividad que los jóvenes locales están abandonando por otros deportes como el fútbol.

Antonio Arancibia, coordinador del centro de menores, dijo que los que practican la lucha canaria tienen más posibilidades de estar entre los 50 menores que pueden ser acogidos en la isla.

"Más de eso ya es complicado porque la isla es muy pequeña, los recursos son muy limitados", dijo.

Mérida está hablando con otros empresarios para encontrar trabajo a los menores una vez que cumplan 18 años en la pesca, la agricultura y el turismo.

"Siempre quise ser campeón de lucha", afirma.

(Reporte de Corina Pons, Horaci Garcia y Borja Suárez; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)