El gasto minorista australiano repuntó en mayo, ya que los consumidores se vieron tentados por los eventos de ventas en línea y los descuentos promocionales, una señal de resistencia en el consumo que podría sumarse a los argumentos a favor de otra subida de los tipos de interés.

Los datos de la Oficina Australiana de Estadísticas (ABS) mostraron el jueves que las ventas minoristas nominales aumentaron un 0,7% en mayo respecto a abril, cuando se mantuvieron planas, superando ampliamente las previsiones del 0,1%.

Las ventas, de 35.520 millones de dólares australianos (23.520 millones de dólares estadounidenses), aumentaron un 4,2% respecto al año anterior, estables respecto a abril, pero a un mundo de distancia de los niveles del 19% observados a mediados del año pasado tras el auge del sector.

La ABS señaló que el inicio anticipado de algunos eventos de ventas de fin de ejercicio impulsó el volumen de negocio, junto con el Día de la Madre y un popular evento "Click Frenzy Mayhem".

"Esta última subida reflejó cierta resistencia en el gasto, ya que los consumidores aprovecharon una actividad promocional mayor de lo habitual y los eventos de rebajas de mayo", declaró Ben Dorber, responsable de estadísticas minoristas de la ABS.

El sólido resultado supone una complicación para el Banco de la Reserva de Australia (RBA), que ha subido los tipos de interés la friolera de 400 puntos básicos en el último año en un intento de enfriar la demanda y frenar una inflación por las nubes.

El banco central celebra su reunión de política monetaria de julio la semana que viene y los mercados no están seguros de si podría subir aún más el tipo al contado del 4,1%, o hacer una pausa para ver cómo está funcionando el endurecimiento anterior.

Los futuros implican una probabilidad del 36% de una subida de un cuarto de punto, por encima del 27% anterior a los datos minoristas, mientras que los analistas de tres de los cuatro principales bancos nacionales se inclinan por un aumento.

Las cifras publicadas el miércoles parecían abogar por una pausa, ya que la inflación general de los precios al consumo se ralentizó bruscamente hasta el 5,6% en mayo, por debajo del 6,8% de abril y muy por debajo de las previsiones del 6,1%.

Sin embargo, la inflación del sector servicios siguió siendo incómodamente alta y podría utilizarse fácilmente para justificar un endurecimiento si el consejo del RBA lo considerara necesario.

"Los riesgos de una subida en julio no son nulos, dado que las partes del IPC centradas en los alquileres y los servicios de mercado siguieron mostrando algunos signos de aceleración de la inflación o de que ésta sigue siendo elevada", declaró Stephen Wu, economista del CBA.

"Pero el IPC aumenta las posibilidades de una decisión de aplazamiento. Esperamos entonces una subida en agosto". (1 $ = 1,5103 dólares australianos) (Reportaje de Wayne Cole; Edición de Christopher Cushing, Robert Birsel)