China ha fijado un tamaño mínimo para las nuevas refinerías de petróleo y prohibirá los pequeños procesadores de crudo que pretendan ser productores de productos químicos o de betún, según un plan para limitar la capacidad total a 1.000 millones de toneladas métricas, o 20 millones de barriles diarios, para 2025.

A continuación se ofrecen detalles clave sobre las medidas de China, esbozadas esta semana, para frenar una industria de refinado que recientemente superó a Estados Unidos para convertirse en la mayor del mundo.

¿QUÉ PRETENDE CONSEGUIR CHINA?

El límite de capacidad global, presentado por primera vez en octubre de 2021 como parte de un plan para alcanzar el pico de emisiones de carbono en 2030, tiene como objetivo frenar la excesiva producción nacional de las refinerías y el exceso de oferta para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

China lleva mucho tiempo intentando -y a veces luchando- eliminar el exceso de capacidad en sectores industriales pesados altamente contaminantes como el acero y el cemento.

El grupo de reflexión Sinocarbon afirma que los sectores de refinado y petroquímico representaron el 8% de las emisiones en 2020.

El tope también ayudará a frenar la ya elevada dependencia china del crudo importado, que se situó en el 76% el año pasado.

¿CÓMO HA CRECIDO EL SECTOR DEL REFINADO CHINO?

La capacidad de refinado en China aumentó el año pasado a 920 millones de toneladas métricas anuales, o 18,4 millones de bpd.

El reciente crecimiento del sector se ha visto impulsado desde 2019 por la creación de tres grandes refinerías independientes - Zhejiang Petrochemical, Hengli Petrochemical y Shenghong Petrochemical - que añaden una capacidad combinada de 1,52 millones de bpd altamente integrada con la fabricación de productos petroquímicos.

Junto con la refinería estatal dominante Sinopec y su rival PetroChina, así como un ejército de unos 60 procesadores independientes más pequeños conocidos como "teteras", el sector del refinado se ha convertido en el mayor del mundo, superando a Estados Unidos el año pasado.

Ese crecimiento ha dado lugar a una baja tasa de utilización de las refinerías, del 73% en 2022, según los datos oficiales de producción, frente a más del 91% en EE.UU., lo que significa que China tiene un exceso de capacidad que le permite exportar grandes volúmenes de combustible refinado.

¿CUÁL ES EL IMPACTO PROBABLE DE LAS MEDIDAS?

Las medidas podrían forzar más cierres de plantas pequeñas e ineficaces, como ya ha ocurrido en la provincia de Shandong, centro neurálgico de la producción de tetera, donde en 2020 y 2021 se paralizó una capacidad de 400.000 bpd para dejar paso a la nueva planta petroquímica de Yulong, de tamaño similar.

Se espera que otros actores busquen el crecimiento en el extranjero. El fabricante de fibra de poliéster Tongku Group y Rongsheng Petrochemical están estudiando la posibilidad de construir nuevas refinerías en el sudeste asiático.

Muchas teteras, mientras tanto, han ampliado discretamente a lo largo de los años su capacidad de procesamiento, han invertido en almacenamiento de petróleo o han ascendido en la cadena de valor del producto para fabricar productos químicos de transición energética.

¿CONSEGUIRÁ CHINA SUS OBJETIVOS?

Además de aumentar el escrutinio a la hora de aprobar nuevas plantas, el gobierno puede esgrimir la poderosa herramienta de las cuotas de importación de crudo, a las que están sometidas todas las refinerías independientes.

En los últimos años, el tope se ha situado en 243 millones de toneladas anuales, o 4,86 millones de bpd, y las concesiones reales han sido inferiores.

Gracias a la rígida gestión de las cuotas y a las medidas enérgicas contra el comercio ilegal de las mismas, China ya ha conseguido limitar en cierta medida las operaciones de las refinerías.

Mientras tanto, el gobierno también mantiene un estricto control sobre las exportaciones de combustible refinado, permitiendo sólo a las refinerías estatales y a una gran refinería independiente, Zhejiang Petrochemical Corp, el derecho a exportar.

¿CUÁLES SON LAS MAYORES REFINERÍAS DE CHINA?

China cuenta con unas 34 refinerías de 200.000 bpd o más, con una capacidad de procesamiento combinada de 480 millones de toneladas, o 9,6 millones de bpd, según Sinopec.

La mayoría de estas plantas están gestionadas por Sinopec, PetroChina y China National Offshore Oil Company. Juntos, los tres gigantes estatales operan casi 12 millones de bpd de capacidad de procesamiento.

¿CUÁNTA CAPACIDAD NUEVA HAY EN PROYECTO?

Están previstas cuatro nuevas refinerías con una capacidad combinada de 1,2 millones de bpd, entre ellas el complejo petroquímico de Yulong, en Shandong, de 400.000 bpd, la empresa petroquímica de Huajin Aramco, en la provincia nororiental de Liaoning, de 300.000 bpd, y la refinería de Sinopec Gulei, de 320.000 bpd, así como la ampliación de Sinopec Zhenhai, de 300.000 bpd. (tonelada=7,3 barriles para la conversión de crudo) (Reportaje de Chen Aizhu; Edición de Tony Munroe, Robert Birsel)