Anteriormente, Alemania era un importante cliente de gas por gasoducto ruso pero, tras el inicio de la guerra en Ucrania, a partir de finales de 2022 comenzó a construir terminales flotantes para importar gas natural licuado (GNL) del mercado mundial como complemento a los gasoductos.

La agencia Bundesnetzagentur, en un comunicado en el que utiliza datos preliminares sobre el suministro, afirmó que Alemania importó 968 teravatios hora (TWh) de gas natural en 2023. De esa cantidad, el 43% procedía de Noruega, el 26% de los Países Bajos y el 22% de Bélgica.

El resto procedía de ultramar o de otros lugares de Europa.

Las exportaciones de gas de Alemania a sus vecinos, antes una consecuencia lógica de su abundante afluencia de importaciones rusas a través de Ucrania y el mar Báltico y de su papel como distribuidor hacia el interior de Europa, cayeron un 63% el año pasado.

Los 187 TWh de exportaciones registradas en 2023, inferiores a los 499 TWh del año anterior, se enviaron sobre todo a la República Checa, Austria y los Países Bajos.

Los esfuerzos de ahorro y el clima benigno frenaron el consumo nacional de gas en 2023 en un 5%, hasta 810 TWh.

La industria realizó un ahorro más activo en sus procesos, mientras que los hogares ahorraron menos porque la mayor parte de su consumo de agua caliente y gas para cocinar es estático.

El suministro de gas es cómodo en estos momentos, declaró el regulador.

"Las cavernas de almacenamiento están actualmente llenas en un 91%. Es una base muy buena para los meses de invierno que quedan", afirmó.

El desplome de las exportaciones energéticas rusas a Europa en 2022 provocó inicialmente fuertes subidas de los precios de la energía, pero el ahorro y las alternativas ayudaron a frenar los precios el año pasado.

El precio de referencia del gas para el día siguiente cayó un 68% interanual hasta los 41 euros (44,90 dólares) por megavatio hora (MWh) en 2023, y actualmente se sitúa ligeramente por encima de los 30 euros.

(1 dólar = 0,9131 euros)