Cientos de personas se congregaron el viernes en el centro de Uagadugú, coreando consignas contra Francia y esgrimiendo pancartas en las que pedían al ejército francés que "se fuera".

Algunos prendieron fuego a banderas francesas o las utilizaron para recoger basura.

"Queremos... demostrar a Francia que ya no la necesitamos", declaró el manifestante Adama Sawadogo.

Las relaciones entre Burkina Faso y su antiguo colonizador se han agriado tras los dos golpes militares del año pasado, espoleados en parte por la incapacidad de las autoridades para proteger a los civiles de la actividad yihadista en el árido norte.

Parte de la tensión gira en torno a la percepción de que la presencia militar francesa en Burkina Faso no ha mejorado la seguridad.

El manifestante Lassane Sawadogo deploró cómo la seguridad se ha deteriorado constantemente en Burkina Faso desde que comenzaron los disturbios en 2015.

La protesta fue mayoritariamente pacífica y terminó sin incidentes, según un reportero de Reuters en el lugar de los hechos.

Las turbas enfurecidas han atacado anteriormente la embajada francesa, el centro cultural y la base militar.

El gobierno militar de Burkina Faso también está enfrentado a Francia desde que derrocó a la junta anterior en un golpe de Estado a finales de septiembre.

Las autoridades suspendieron la emisión de la radio francesa RFI en diciembre por unos informes que calificaron de falsos y que daban voz a militantes islamistas.

A principios de este mes, el gobierno solicitó la sustitución del embajador de Francia.

Francia tiene unas 400 fuerzas especiales con base en Burkina Faso para ayudar a las fuerzas locales a combatir la insurgencia islamista que se ha extendido por el Sahel desde Mali durante la última década.

Miles de personas han muerto y más de 2 millones han sido desplazadas. La violencia ha exacerbado la inseguridad alimentaria regional.

Las autoridades de Burkina Faso siguen buscando a más de 60 mujeres secuestradas por asaltantes armados la semana pasada.

Las relaciones entre París y Bamako también se han deteriorado desde el golpe militar de agosto de 2020. En febrero de 2022, Francia anunció la retirada de sus tropas del país.