TEL AVIV/GAZA, 19 oct (Reuters) - Egipto accedió a reabrir su paso fronterizo con la Franja de Gaza para permitir la llegada de ayuda a los palestinos, según informó Estados Unidos, mientras se agrava la crisis humanitaria para los 2,3 millones de personas atrapadas en el enclave y estallan las protestas antiisraelíes en todo Oriente Próximo.

La región sigue sumida en la inestabilidad tras la explosión en el hospital Al-Ahli al-Arabi de Gaza a última hora del martes, en la que murieron 471 personas, según las autoridades palestinas, que culparon a un ataque aéreo israelí.

Israel y Estados Unidos afirmaron que la causa fue un lanzamiento fallido de cohetes por parte de militantes islamistas de Gaza, que negaron su responsabilidad. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Lior Haiat, dijo que el número de muertos por la explosión era solo de "varias decenas".

Hubo protestas en la Cisjordania palestina ocupada por Israel, Irán, Jordania, Líbano, Túnez y otros países, ante la indignación en todo Oriente Próximo por la explosión en el hospital. Las fuerzas de seguridad libanesas dispararon gases lacrimógenos y cañones de agua contra manifestantes que lanzaban proyectiles cerca de la embajada de Estados Unidos en Beirut, según mostraron imágenes de televisión.

Las fuerzas israelíes mataron a tiros a dos adolescentes palestinos en Cisjordania durante unas protestas, según autoridades palestinas, mientras que la agencia de noticias oficial palestina WAFA afirmó que las fuerzas israelíes mataron a un palestino durante una redada en el pueblo cisjordano de Budrus.

El presidente estadounidense, Joe Biden, habló por teléfono a última hora del miércoles sobre la ayuda a Gaza con el presidente egipcio, Abdel Fattah El-Sisi, mientras volaba de regreso a casa tras una visita de menos de ocho horas a Israel.

Biden dijo a los periodistas que Sisi accedió a abrir el paso fronterizo de Rafah entre Egipto y Gaza para permitir la entrada de unos 20 camiones con ayuda humanitaria al enclave, donde la población sufre una desesperada escasez de alimentos, agua, combustible y otros productos básicos después de que Israel iniciara un bloqueo y ataques aéreos hace 12 días.

Biden no dio un calendario para la apertura, pero el portavoz de seguridad nacional de Estados Unidos, John Kirby, dijo que se produciría en los próximos días tras las reparaciones de la carretera.

Ante el temor a que el conflicto se extienda más allá de Gaza, Biden tenía previsto reunirse con líderes árabes. Sin embargo, Jordania suspendió la cumbre que tenía previsto celebrar allí con Egipto y la Autoridad Palestina tras la explosión en el hospital.

El presidente chino, Xi Jinping, habló el jueves con el primer ministro egipcio, Mostafa Madbouly, y subrayó que la tarea más urgente era un alto el fuego y detener la expansión de la guerra, informaron medios estatales chinos.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, también subrayó el riesgo de que el conflicto de Gaza se convierta en regional, y Rusia está en contacto con Turquía para tratar el asunto, informó la agencia de noticias Interfax.

LA ONU QUIERE 100 CAMIONES AL DÍA

El máximo responsable de ayuda de la ONU, Martin Griffiths, declaró el miércoles ante el Consejo de Seguridad que la organización pretendía que las entregas de ayuda a Gaza volvieran a ser de 100 camiones al día, el nivel anterior al conflicto entre Israel y Hamás.

Biden tiene previsto hablar desde la Casa Blanca a las 20.00 horas ET del jueves (00.00 GMT del viernes) sobre la respuesta de Estados Unidos a los ataques de Hamás contra Israel y la guerra de Rusia contra Ucrania, informó la Casa Blanca. También el jueves, el primer ministro británico Rishi Sunak tenía previsto visitar Israel.

Egipto, que previamente dijo que el cruce de Rafah no estaba técnicamente cerrado, pero era inoperable debido a los bombardeos israelíes, dijo que Sisi y Biden acordaron proporcionar ayuda a Gaza "de manera sostenible". Los dirigentes estaban coordinando un esfuerzo de ayuda con organizaciones internacionales dependientes de Naciones Unidas.

Durante la visita de Biden, la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que Israel permitiría que alimentos, agua y medicinas llegaran al sur de Gaza a través de Egipto.

Biden se enfrentó a una intensa presión mundial para conseguir el compromiso israelí de aliviar la difícil situación de los civiles en el pequeño enclave costero densamente poblado. También prometió 100 millones de dólares en ayuda estadounidense para los civiles de Gaza y Cisjordania.

Mark Negev, asesor de Netanyahu, declaró a la CNN que Israel había aceptado permitir la ayuda a Gaza a través de Egipto "en principio", pero "no queremos que Hamás robe la ayuda dirigida a la población civil. Es un verdadero problema".

Israel reiteró que no permitiría la entrada de ayuda a través de su paso fronterizo con Gaza hasta que Hamás liberara a unos 200 rehenes secuestrados durante su ataque transfronterizo a Israel el 7 de octubre. Los militantes mataron a unas 1.400 personas en el asalto.

Biden dijo a los periodistas que había sido tajante con Israel sobre la necesidad de facilitar la ayuda a Gaza. Anteriormente había dicho que esta semana pediría al Congreso un paquete de ayuda sin precedentes para Israel, aunque no es posible ninguna acción hasta que la Cámara de Representantes elija a un nuevo presidente.

Una fuente familiarizada con el asunto dijo que Biden estaba considerando pedir 10.000 millones de dólares en ayuda para Israel este mismo viernes.

Biden dijo que Estados Unidos haría todo lo posible para garantizar la seguridad de Israel, al tiempo que instó a los israelíes a no dejarse consumir por la rabia, reiterando que la gran mayoría de los palestinos no estaban afiliados a Hamás.

Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, 3.478 palestinos han muerto y 12.065 han resultado heridos en ataques aéreos israelíes contra el enclave asediado desde el 7 de octubre.

"Lo que nos diferencia de los terroristas es que creemos en la dignidad fundamental de toda vida humana", dijo Biden. Si eso no se respeta, "entonces ganan los terroristas".

(Reporte de Nidal al-Mughrabi en Gaza, Steve Holland en Tel Aviv y a bordo del Air Force One, en las oficinas de Washington y Jerusalén. Redacción de Cynthia Osterman y Stephen Coates. Edición de Howard Goller, Simon Cameron-Moore y Lincoln Feast., editado en español por José Muñoz)