El euro mantuvo sus ganancias del día, mostrando poca reacción inicial a la decisión del BCE, mientras que los rendimientos de los bonos alemanes a 10 años, la referencia para el mercado más amplio de deuda soberana de la zona euro, se mantuvieron prácticamente sin cambios. La renta variable europea, que el jueves ya cotizaba a su nivel más alto en casi dos años, se mantuvo firme.
 
El BCE interrumpió en septiembre una serie de subidas de tipos sin precedentes para combatir una inflación galopante, pero el crecimiento de los precios se ha ralentizado más rápido de lo previsto, por lo que los inversores apuestan ahora por que podría empezar a dar marcha atrás ya en marzo.
 
Para Richard Carter, de Quilter Cheviot, "el BCE ha vuelto a mantener los tipos de interés y, al igual que la Reserva Federal, parece haber llegado al final de las futuras subidas de tipos en este ciclo, con la inflación tan cerca del objetivo mágico del 2%". "El mensaje seguirá siendo el de tipos más altos durante más tiempo, pero en Europa es probable que esa narrativa se ponga a prueba y podríamos ver fácilmente a Europa teniendo que pivotar primero de todos los bancos centrales desarrollados".

Menos inflación, menos crecimiento

El Banco Central ha actualizado sus previsiones económicas a corto y medio plazo. Ahora prevé una inflación del 2,7% para el próximo año, frente al 3,2% de hace tres meses, mientras que las previsiones para 2025 se mantienen en el 2,1%. La previsión para 2025 se ha confirmado en el 2,1%.

BCE

En verde, las nuevas previsiones. En rojo, las previsiones dadas en septiembre (Fuente: BCE)

En las primeras proyecciones del banco para 2026, la inflación se estima en el 1,9%. Sin embargo, las perspectivas de crecimiento siguen siendo débiles, lo que refleja las expectativas de que cualquier recuperación desde un mediocre 2023 será lenta, ya que los consumidores han perdido parte de sus ingresos reales debido a la elevada inflación de los dos últimos años. Como resultado, se espera que la economía de la Eurozona crezca un 0,8% el año que viene, tras una proyección del 1% en septiembre, mientras que en 2025 se espera que el crecimiento se mantenga sin cambios en el 1,5%.