LONDRES, 3 ene (Reuters) - La actividad manufacturera de la zona euro se mantuvo estable a finales de 2021, ya que las fábricas aprovecharon el desbloqueo de la cadena de suministro y se abastecieron de materias primas a un ritmo récord, según una encuesta.

La pandemia mundial de coronavirus había dejado a las fábricas con dificultades para conseguir los materiales que necesitaban y había disparado los costes, pero una tímida disminución de los problemas de suministro provocó una notable reducción de las presiones sobre los precios.

El índice final de directores de compras (PMI) del sector manufacturero de IHS Markit bajó a 58,0 en diciembre, frente a los 58,4 de noviembre, lo que coincide con una estimación preliminar y sigue estando cómodamente por encima de la marca de 50 que separa el crecimiento de la contracción.

El índice que mide la producción, que alimenta el PMI compuesto que se publicará el miércoles y que se considera una buena guía de la salud económica, se mantuvo en el 53,8 de noviembre.

"Ha sido un periodo increíblemente difícil para los fabricantes de la zona euro en esta segunda mitad de 2021, pero los últimos datos de la encuesta no han estropeado demasiado la alegría de las fiestas", dijo Joe Hayes, economista sénior de IHS Markit.

"Vemos algunas señales tímidas, pero muy positivas, de que la crisis de la cadena de suministro que ha afectado a las líneas de producción de toda Europa está empezando a remitir".

"Aunque las ganancias que se obtuvieron fueron solo marginales (...) Los datos del PMI mostraron que las existencias de compras aumentaron a un ritmo récord en diciembre".

Esta relajación supuso que el índice de precios de los insumos se hundiera hasta un mínimo de ocho meses, de 86,7, frente a 88,9, lo que permitió a las fábricas subir sus precios a un ritmo mucho más lento que en noviembre.

"La moderación de los índices de inflación vuelve a ser una señal positiva, pero seguimos en territorio caliente", añadió Hayes.

El Banco Central Europeo dio otro pequeño paso el mes pasado en la retirada de los estímulos ligados a la pandemia, pero elevó sus previsiones de inflación y ahora la sitúa en el 3,2% este año, muy por encima de su objetivo del 2,0%.

(Reporte de Jonathan Cable; edición de Hugh Lawson; traducción de Flora Gómez)