El gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica estadounidense, cayó un 0,2% el mes pasado, según informó el viernes el Departamento de Comercio. Los datos de noviembre fueron revisados a la baja para mostrar un deslizamiento del gasto del 0,1% en lugar de un aumento del 0,1% como se había informado anteriormente. Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que el gasto de los consumidores caería un 0,1%.

Los datos se incluyeron en el informe adelantado del producto interior bruto del cuarto trimestre publicado el jueves, que mostraba que el gasto de los consumidores mantenía un sólido ritmo de crecimiento y ayudaba a la economía a expandirse a una tasa anualizada del 2,9%.

El débil traspaso a 2023 eleva los riesgos de una recesión para la segunda mitad del año, pero también reduce la necesidad de que el banco central estadounidense mantenga una política monetaria demasiado agresiva. El ciclo de subidas de tipos más rápido de la Fed desde la década de 1980 ha empujado al mercado inmobiliario a la recesión y la industria manufacturera se encuentra en las primeras fases de un declive.

El aumento de los costes de los préstamos ha reducido la demanda de bienes, que tienden a comprarse a crédito. Aunque el crecimiento del gasto en servicios está ayudando a anclar el consumo, algunos hogares, especialmente los de menores ingresos, han agotado los ahorros acumulados durante la pandemia del COVID-19, lo que limita el alcance de las ganancias.

El índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE) subió un 0,1% el mes pasado tras un aumento similar en noviembre. En los 12 meses transcurridos hasta diciembre, el índice de precios PCE aumentó un 5,0% tras avanzar un 5,5% en noviembre.

Excluyendo los volátiles componentes alimentario y energético, el índice de precios PCE subió un 0,3% tras subir un 0,2% en noviembre. El llamado índice de precios PCE subyacente aumentó un 4,4% interanual en diciembre tras aumentar un 4,7% en noviembre.

La Reserva Federal hace un seguimiento de los índices de precios PCE para la política monetaria. Otras medidas de la inflación también se han ralentizado significativamente.

El año pasado, la Fed elevó su tipo de interés oficial en 425 puntos básicos, desde cerca de cero hasta una horquilla de entre el 4,25% y el 4,50%, la más alta desde finales de 2007. Los mercados financieros han descontado una subida de tipos de 25 puntos básicos en la reunión del banco central del 31 de enero al 1 de febrero, según la herramienta FedWatch de CME.