El Gobierno alemán está considerando la posibilidad de ayudar a Meyer Werft, uno de los mayores constructores de cruceros del mundo, según declaró el miércoles un portavoz del Ministerio de Economía, mientras la empresa, con problemas de liquidez, planeaba cientos de recortes de empleo para contener los costes.

El gobierno está considerando la posibilidad de conceder ayuda federal a Meyer Werft junto con el estado de Baja Sajonia, sede del astillero de Papenburg donde tiene su sede la empresa de más de 200 años de antigüedad.

Meyer Werft necesita reunir alrededor de 2.700 millones de euros (2.910 millones de dólares) en los próximos años, según el jefe de reestructuración Ralf Schmitz. Esta suma se compone de 2.300 millones de euros en capital circulante y 400 millones de euros necesarios en fondos propios para cubrir pérdidas pasadas y costes de reestructuración.

Se evaluarán las circunstancias exactas de la situación antes de tomar una decisión, declaró el portavoz del ministerio en una conferencia de prensa en Berlín.

Tras una reunión entre la dirección y el sindicato IG Metall, ambas partes afirmaron que el número de recortes de empleo previstos en el astillero se había reducido de 440 a 340, lo que dejaría a Meyer Werft con una plantilla de al menos 3.100 trabajadores a finales de 2030.

(1 dólar = 0,9275 euros)