Un comunicado publicado en su cuenta de Twitter decía que había fallecido en paz con su esposa Jeannine a su lado.

Otras declaraciones sobre él no retuvieron los elogios.

El comisionado de la NBA, Adam Silver, dijo: "Bill Russell fue el mayor campeón de todos los deportes de equipo".

Un comunicado de los Celtics decía: "Ser el mayor campeón de tu deporte, revolucionar la forma de jugar y ser un líder social, todo a la vez, parece impensable, pero eso es lo que era Bill Russell".

Y Magic Johnson tuiteó que estaba "desconsolado" al enterarse de la muerte de Russell.

Es difícil subestimar el impacto de Russell en el deporte y en sus jugadores.

Así es como la leyenda de la NBA Kareem Abdul-Jabar describió a Russell antes de una ceremonia de premios en 2017:

"Es uno de mis héroes, alguien que me ayudó a aprender el juego. Si no hubiera tenido la oportunidad de observarlo, no habría aprendido a jugar el juego tan bien como lo hice. Así que siento que le debo mucho".

Russell se convirtió en una superestrella en los años 50 y 60, no con llamativas jugadas de anotación, sino a través de un dominante rebote y un intenso juego defensivo que reconfiguró el juego.

Los Celtics ganaron 11 títulos de la NBA en los 13 años que Russell estuvo en el equipo, de 1956 a 1969.

Fuera de la cancha, Russell era obstinado y complicado. Russell criticaba a menudo a Boston, una ciudad con una historia de luchas raciales, y fue uno de los principales activistas de los derechos civiles en el mundo del deporte.

Estuvo en primera fila en Washington en 1963 cuando el Dr. Martin Luther King pronunció su discurso "Tengo un sueño".

Russell mantuvo una famosa pero amistosa rivalidad con el también atleta Wilt Chamberlain. En 1965, Chamberlain se convirtió en el primer jugador de la NBA en ganar un salario anual de 100.000 dólares, por lo que Russell exigió -y obtuvo- un contrato de los Celtics que le pagaba 100.001 dólares.

Tras retirarse del juego, Russell volvió al baloncesto como director general y entrenador de los Seattle SuperSonics, y más tarde como entrenador de los Sacramento Kings.

En 2011, el presidente Barack Obama citó la dedicación de Russell a la tutoría cuando le concedió la Medalla Presidencial de la Libertad.

El domingo, el 44º presidente tuiteó: "Hoy hemos perdido a un gigante. Por muy alto que estuviera Bill Russell, su legado se eleva mucho más, como jugador y como persona".