Casi 4 millones de ucranianos han huido de la invasión rusa hacia la UE, pero se enfrentan a problemas para cambiar dinero porque pocos bancos quieren comprar la moneda de un país sumido en la guerra.

Fuentes dijeron a Reuters a principios de mes que el BCE estaba trabajando en un mecanismo de conversión de divisas, pero el documento detalla por primera vez las opciones de cómo podría lograrse.

"La opción preferida sería que el BCE y los Bancos Centrales Nacionales del Eurosistema actuaran como agentes fiscales de la Unión", decía el documento del BCE, enviado a la Comisión Europea la semana pasada y visto por Reuters.

Según esta opción, los gobiernos de la UE darían un mandato al BCE para llevar a cabo el plan y, para respetar la prohibición de financiación monetaria de los gobiernos por parte del banco, proporcionarían al banco el dinero necesario para cumplir ese mandato.

"La opción alternativa se basa en un mandato otorgado al BCE por el banco central de Ucrania", dice el documento del BCE.

El BCE firmaría un acuerdo con el banco central de Ucrania para que actuara como su agente y la UE, a través de su presupuesto, extendería una garantía para cubrir el riesgo de que el banco central ucraniano no pudiera cumplir el acuerdo a causa de la guerra.

El acuerdo incluiría el tipo de cambio de las hryvnias en euros, el importe máximo y el tiempo durante el cual el plan estaría operativo.

Aunque la propuesta del BCE es para los euros, el banco dijo que podría ampliarse para incluir a los países de la UE que no utilizan el euro.

La mayoría de los refugiados se han dirigido a Polonia, que dice haber acogido a 2,3 millones de personas hasta ahora. Otros miembros de la UE, como Rumanía, Eslovaquia y Hungría, también han visto un gran número de llegadas. De ellos, sólo Eslovaquia pertenece a la moneda única.

Un funcionario de la UE dijo que había un amplio apoyo entre los países de la UE para una garantía a nivel de la UE propuesta por el BCE porque significaría que los riesgos del plan se compartirían más equitativamente entre los países de la UE.

Ahora afectan sobre todo a los bancos centrales nacionales de los países donde los refugiados son más numerosos.

La propuesta del BCE es distinta de otro plan que están estudiando ahora los gobiernos de la UE, según el cual cada refugiado ucraniano podría cambiar hasta 10.000 hryvnias (311 euros) por una moneda de la UE durante tres meses, y cada país de la UE asumiría por su cuenta el riesgo financiero del cambio.