El renovado conflicto en Oriente Próximo, incluido el ataque a las rutas marítimas internacionales por parte del grupo Houthi de Yemen, respaldado por Irán, ha amenazado el comercio, y llega después de que la guerra en Ucrania y la pandemia COVID-19 también pusieran a prueba las cadenas de suministro mundiales.

Gran Bretaña ha tratado de colaborar estrechamente con sus aliados, incluido Estados Unidos, para garantizar el suministro de minerales críticos como el litio, el níquel, el cobalto, el grafito y el manganeso, que se utilizan en los coches eléctricos, los teléfonos inteligentes y los paneles solares.

El gobierno declaró que la "Estrategia de Importaciones Críticas y Cadenas de Suministro" ayudaría a asegurar los suministros de minerales críticos, semiconductores y medicamentos mediante el establecimiento de un portal que permita a las empresas informar rápidamente de las interrupciones.

"Con esta estrategia estamos equipando a las empresas para que ya no tengan que depender de socios impredecibles para el suministro de los bienes que mantienen a nuestro país en marcha", declaró en un comunicado la ministra de Empresa, Nusrat Ghani.

El ministerio de negocios dijo que establecería un Consejo de Importaciones Críticas para que el gobierno y las empresas pudieran trabajar juntos para mitigar los riesgos y planificar la resistencia de la cadena de suministro.

Añadió que trabajaría para atraer inversiones internacionales a proyectos nacionales, como los planes de British Lithium en asociación con la francesa Imerys para extraer litio en Cornualles, al suroeste de Inglaterra.

El gobierno también dijo que las consideraciones sobre la cadena de suministro se tendrían en cuenta a la hora de negociar futuros acuerdos de libre comercio con otros países.