"No, nunca me leyeron mis derechos. Nadie me explicó nada".

Griner está siendo juzgada por cargos de drogas que podrían costarle hasta 10 años de prisión.

La estrella de la WNBA, de 31 años, juega en Rusia durante la temporada baja de la liga. Fue detenida cuando los agentes encontraron en su equipaje cartuchos de vape que contenían aceite de hachís.

Griner dijo el miércoles en el tribunal que no se le proporcionó un intérprete y que no entendió los papeles que le hicieron firmar.

"Sólo puedo suponer que se referían al registro y a los cartuchos. Tuvimos que usar mi teléfono y Google Translate para que pudiera decirme un poco".

Griner se declaró culpable antes en el juicio, pero negó que tuviera la intención de infringir la ley rusa.

Dijo el miércoles que seguía sin entender cómo los cartuchos de vapeo pudieron acabar en su equipaje, afirmando que había hecho la maleta a toda prisa y que podría haberlos incluido accidentalmente.

Griner dijo que le habían recetado cannabis medicinal en Estados Unidos para tratar lesiones crónicas, pero que es ilegal en Rusia.

El caso contra ella ha puesto de relieve las tensas relaciones entre Rusia y Estados Unidos, que han caído a su nivel más bajo desde la Guerra Fría por la invasión rusa de Ucrania.

Los funcionarios estadounidenses dicen que Griner ha sido detenida erróneamente y han pedido su liberación inmediata.

El secretario de Estado Antony Blinken dijo el miércoles que Estados Unidos había hecho una "oferta sustancial" para traer a casa a Griner y al ex marine estadounidense Paul Whelan, condenado en Rusia por espionaje.

"Queremos que aquellos que están detenidos injustamente sean liberados y puedan volver a casa. Al mismo tiempo, es importante que trabajemos para reforzar la norma mundial contra estas detenciones arbitrarias."

El Kremlin ha dicho que el caso contra ella no tiene nada que ver con la política y que debe ser juzgada por violar la ley rusa.