Al menos 50 personas murieron y un número indeterminado fueron secuestradas, entre ellas mujeres y niños, cuando hombres armados atacaron el fin de semana la aldea de Yargoje, en el noroeste de Nigeria, según informaron el lunes los residentes.

Un año después de que el presidente Bola Tinubu llegara al poder prometiendo acabar con la inseguridad generalizada, los ataques en el noroeste por parte de bandas armadas, a menudo denominadas bandidos, se han convertido casi en rutina, con unas autoridades aparentemente impotentes para detenerlos.

Decenas de hombres armados en motocicletas asaltaron Yargoje, en el área de gobierno local de Kankara, en el estado de Katsina, a última hora del domingo, según el residente Hassan Ya'u.

"Dispararon esporádicamente contra la gente, cobrándose la vida de más de 50 (de nosotros), incluido mi hermano menor", declaró a Reuters por teléfono. Añadió que un número desconocido de aldeanos habían sido secuestrados y sus propiedades saqueadas.

Otro residente, Abdullahi Yunusa Kankara, dijo que escapó por poco de la embestida y que ésta continuó en las primeras horas del lunes. "Nuestro pueblo se ha convertido en una zona de muerte. Casi todas las casas del pueblo han sido víctimas de este ataque".

Kankara añadió: "En estos momentos estamos realizando un recuento para determinar cuántas personas han sido secuestradas. Esta mañana se han recuperado más cadáveres".

Las autoridades policiales de Katsina no respondieron inmediatamente a las peticiones de comentarios.

Los ataques en zonas rurales y los secuestros para pedir rescate son frecuentes en el norte de Nigeria, una región asolada por una insurgencia islamista de 15 años en el noreste y frecuentes enfrentamientos mortales entre agricultores y pastores en las zonas del centro-norte.