Japón reafirmó el viernes su promesa de lograr un superávit presupuestario primario para el próximo año fiscal, reflejando la preocupación de que su salida del entorno de tipos de interés ultrabajos pueda aumentar la carga de la deuda pública.

El renovado compromiso con el objetivo se incluyó en las directrices anuales de política económica y fiscal de Japón, aprobadas en la reunión del Gabinete del viernes. El gobierno también dijo que seguiría intentando reducir la proporción de la deuda con respecto al producto interior bruto.

Arreglar las andrajosas finanzas públicas ha surgido como una tarea más inminente para Japón, ya que su banco central puso fin en marzo a ocho años de tipos de interés negativos y otras medidas políticas no convencionales que habían mantenido los costes de endeudamiento ultrabajos.

La deuda pública de Japón es más del doble del tamaño de su economía, con diferencia la mayor entre las economías industrializadas. El saldo presupuestario primario, que excluye las nuevas ventas de bonos y los costes del servicio de la deuda, es un indicador clave de hasta qué punto pueden financiarse las medidas políticas sin emitir deuda.

Pero los economistas dicen que el objetivo, que se ha retrasado varias veces en el pasado, sería difícil de alcanzar cuando el gobierno planea gastar mucho en ayudas a la infancia y duplicar el gasto militar nacional.

El propio gobierno estimó en enero que el saldo primario se situaría en un déficit de 1,1 billones de yenes (7.440 millones de dólares) en el año fiscal que finaliza en marzo de 2026, aunque señaló que podría "vislumbrarse un superávit" si continúan los esfuerzos para racionalizar el gasto.

"El gobierno debería cambiar el objetivo por uno más realista y presentar después medidas específicas para alcanzarlo", afirmó Takahide Kiuchi, economista ejecutivo del Instituto de Investigación Nomura. "El gobierno necesitaría medidas específicas para contener el gasto en bienestar social y estimular el crecimiento económico".

Japón se fijó por primera vez el objetivo de un superávit presupuestario primario a principios de la década de 2000, pero las fechas objetivo se han retrasado varias veces.