El gobierno de Kazajstán y el empresario moldavo Anatolie Stati han puesto fin a una larga batalla legal que en un momento dado llegó a congelar los activos del fondo soberano kazajo en Occidente, según informó el martes el ministerio de Justicia.

No dio detalles del acuerdo, pero dijo que no requeriría ningún gasto presupuestario adicional.

Stati, su hijo Gabriel y sus empresas han afirmado que fueron objeto de acoso por parte de Astana, con el objetivo de obligarles a vender baratas sus inversiones kazajas.

Kazajstán negó las acusaciones y se negó a pagar un laudo arbitral de 500 millones de dólares, lo que llevó a los Stati a presentar demandas de ejecución en varios países europeos, lo que condujo a la congelación a gran escala de los activos kazajos.

No fue posible contactar de inmediato con el Statis para obtener comentarios. (Reportaje de Tamara Vaal; Redacción de Olzhas Auyezov; Edición de Clarence Fernandez)