No dio detalles del acuerdo, pero dijo que no requeriría ningún gasto presupuestario adicional.
Stati, su hijo Gabriel y sus empresas han afirmado que fueron objeto de acoso por parte de Astana, con el objetivo de obligarles a vender baratas sus inversiones kazajas.
Kazajstán negó las acusaciones y se negó a pagar un laudo arbitral de 500 millones de dólares, lo que llevó a los Stati a presentar demandas de ejecución en varios países europeos, lo que condujo a la congelación a gran escala de los activos kazajos.
No fue posible contactar de inmediato con el Statis para obtener comentarios. (Reportaje de Tamara Vaal; Redacción de Olzhas Auyezov; Edición de Clarence Fernandez)