La junta o Comité Nacional de Reagrupamiento y Desarrollo (CNRD), que derrocó a Conde en septiembre, dijo que el ex presidente no podía permanecer en el extranjero durante más de un mes.

El golpe de septiembre ha sido condenado por los vecinos de Guinea y sus socios internacionales, y ha provocado su suspensión de la Unión Africana y del bloque regional de 15 países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).

Conde, de 83 años, que llevaba en el poder desde 2010, fue detenido por la CNRD tras su derrocamiento, alegando problemas de pobreza y corrupción endémica.